Ah, queridos contertulios, no penséis que os ignoro, o que no queda de mi tiempo, ninguno para vosotros (egocéntrica ando ¿cómo sino osaría decir semejante fantochada?) ando liada con menesteres mundanos que acaparan mis horas (tooooooooooma, que repelente que estoy ¿o soy? Jodidos verbos que me confunden) por tanto, me subdivido como buenamente puedo (que es más bien malamente) y afloro por esta, mi casita en el monte, más bien poco (válgase la redundancia que no es hora de pensar)

Resumiendo y a lo que iba, que como siempre, voy dando un rodeo para ver el paisaje, tengo un proyectillo en marcha, en el cual, me he vertido completamente y esa, y no otra, es la causa de mi desidia.

Espero solventar pronto este descontrol de horas que llevo, el problema es, que el tiempo que no invierto acá lo invierto allá, y como aquello me agrada en demasía, pues me cuesta un tanto venir a contaros mis aventuras por el mundo.

Aunque soy consciente que mayormente os la trae al pairo, vamos, que si no os cuento lo de motorolin un par de veces al año, este blog no es lo mismo.

Pero bueno que eso, que como ejercicio de responsabilidad para con vosotros me doy por satisfecha.

Es muy tarde, debería estar durmiendo y mañana viene el fontanero, ergo, no sé que estoy haciendo aquí.

Saludos a todos, besos a unos cuantos y abrazucos para él.

Y, buenas noches.