nuestro no aniversario

nuestro no aniversario.

La gente celebra lo que gusta, o, recuerda fechas que deberían ser motivos a celebrar, o, y también es válido, rememora otras datas que ni son para alegrarse, ni para llorar. Son datas y punto; importantes para uno mismo y que no conducen a ninguna parte si no es al laberinto que la memoria suele imponer, cuando el corazón anda por medio y los días te van alejando del principio fundamental del recuerdo.

Yo, hoy evoco una de esas datas, -en tiempo antiguo y remoto- una especie de minuta rubricada en clave de sol y compás cuatro por cuatro, necesario para lo que se tercie, normalmente abstenerse de pensar o consensuar aquella manida frase de lo que pudo haber sido y no fue.

Aunque el resumen y el consenso sea el mismo -amén del adecuado- para ambas partes.

Hoy, -y atención que esto es complicado- celebro mi no aniversario con un ex no novio.

Si continuara con la misma ambigüedad el siguiente fraseado, quizá debería decir todo lo que ya no siento o todo lo que sí, pero comenzando cada idea con una brecha negativa; para terminar de rematar la jugada o de rizar el rizo, incluso podría hablar en presente: lo que no es, en lugar de lo que no fue; esas cosas que envenenan la lingüística y la comprensión de la misma.

Pero hoy no estoy especialmente revoltosa -algún tipo de conjunción astral me lo debe impedir- así que estaría bien limitarse a narrar los hechos, si estos existieran y se pudieran exhibir de forma pública, pero definir lo que no sucedió es acaso más complicado que narrar hechos, porque lo que existió alguna vez, tanto si se expone de modo objetivo como si no, tiene una especie de condición corpórea.

Y lamentablemente no sucede lo mismo con lo que no pasó, dado que desdobla un amplio abanico de posibilidades, todas ellas difusas y, con el mismo indice de probabilidades afirmativas que negativas.

Lo curioso es, que no deja de ser un día por el cual yo evite sentarme a escribir, al contrario, la necesidad es la misma o mayor que si hubiera sido de otro modo. Mi ex no novio y nuestro no aniversario, en realidad marcaron la pauta y resumieron de forma breve los siguientes pasos a dar.

Uno de ellos fue -es- sentarme hoy aquí para recordar lo que decía aquella manida frase, con la sensación de tener el poder suficiente como para poder desmembrar todas sus aristas y quedarme tal cual: nostálgica. Porque soy humana, mujer y seudopoeta, pero tal cual y sonriente mientras pienso: ¿y él? ¿se acordará también?

Sólo porque una vez, yo estuve allí y -a mi manera- fui la princesa.