ni pasos acertados para afirmar el camino.
Sólo ganas.
No me quedan momentos de risas,
ni columpios mágicos donde mecer mis recuerdos.
Sólo alas.
-Escasean los motivos que me ayudan a caminar en paz-
Las hadas...
Se quedaron colgadas en las ramas de los árboles.
Los príncipes,
miraban desde la almena sin salir del castillo.
y yo...
...yo nunca pude entrar.
- Decir mañana era decir Soñar-
Enredada en la fantasía de un gato de cristal y de un viejo soldadito de plomo, quedaron enterrados los sueños.
De la caja de cartón
a tirones intenté recuperar alguno,
pero se partían al estirar.
Como los muñecos pelones que tantas veces arrastré por el pasillo.
Dormían conmigo,
y sus manitas
-Frías-
de plástico,
se enganchaban en mi pelo.
Luego me fui.
Comencé a volar de verdad.
Deje mis Cocos acunando las ilusiones de otros,
y las mías, se deshicieron entre mis dedos.
Tan sencillo como caminar.
Como caer.
Tan complicado como volver a empezar.
Con el tiempo, la caja de cartón se acabó de romper
y se desparramaron todos los cuentos.
En el lago nítido del jardín ya no se reflejaban los jazmines.
Pequeño peluche que aún continúas conmigo,
que aún sabes sonreír,
igual de pequeño que ayer,
yo seguiré cosiendo y recosiendo tus costuras, tú
-yo no lo permitiré-
tú no perderás el relleno de aserrín.
6 comentarios:
¡¡Es genial, Ana!! Cómo me gustan tus poemas, niña.
Un beso enorme
Lo que es genial es que te gusten XD
Gracias guapa, otro beso de rebote p'allí.
Sencillamente maravilloso. De esas cosas que uno se encuentra y no puede dejar de leer. Ni de pensar al leerlas. Enhorabuena.
Heráclito
gracias de nuevo.
las cajas de cartón, y lo que albergan, tienen ese efecto: arrastran.
Absolutamente mágicos tus versos!!!
Y tus alas :)
mágicas son siempre vuestras palabras, gracias por dejarlas :)
bienvenida :D
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