Miguel estaba convencido de que su vida era un gran libro repleto de páginas en blanco.
Esperó toda esa vida que llegara la pluma perfecta.
Miguel murió dejando un índice de autores vacío, un prologo inexistente y una editorial, la vida, esperando una publicación.
2 comentarios:
Siempre hay quien llega primero. Mi idea para el Gigantes de esta semana era similar a esta, mecagüen!! Ahora tendré que hablar de barcos, de los que aparecen en los libros, claro. Besos.
LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO.
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