En el hospital.
Estoy delante del ordenador y no allí. Estoy aquí porque no sé lo que siento, ni tampoco sé que debería sentir.
Mañana iré, porque confío plenamente en que no se va a morir esta noche.
O quizá sí y yo esté aquí y no allí.
Sé que si se muere y yo no estoy allí no me lo perdonaré nunca, pero me resisto a ir, si no voy, no se morirá.
O sí.
Es mi padre y se está muriendo. Una sensación de desarraigo me invade, va conmigo, el vecino molesto me está hablando a mí, esta vez ha llamado a una puerta que conozco.
Pero no caen mis lágrimas.
Las retengo porque debo paliar las de mi hija, suavizar sus aristas.
Las retengo porque me esquivo.
Escribo esto porque quiero entenderme mientras aquella puta frase golpea mi cabeza: todas las lágrimas que sean derramadas por ti en vida, no caerán cuando te mueras.
Y entonces explota mi mente.
Y se mezclan la rabia y la pena, la vergüenza y el desengaño, el miedo y la tristeza. Todo a la vez, todo al mismo tiempo.
No sé si quiero a mi padre. Me duele, pero me duelen tantas cosas a la vez que soy incapaz de ordenarlas.
Y entonces lloro, pero lloro porque no sé lo que siento, y lloro otra vez porque siento que se le ha escapado la vida sin vivirla y siempre he creído que no puede haber vida más inadmisible que esa.
Me gusta pensar que mi abuela, su madre, puede estar esperándolo para abrazarlo. ¿creo en Dios? No lo sé, ayer creo que no. Posiblemente mañana tampoco. Hoy no lo sé.
Está en el hospital.
En una habitación fría.
Él quería morir en su casa. En el pueblo. La vida es absurda.
O Dios no existe.
O no escucha.
O le da igual lo que oye.
Mi padre se está muriendo y yo estoy aquí intentando adivinar qué siento ¿puede haber algo más irracional que eso?
Ahora quisiera todos esos abrazos que nunca me dio y todos los besos que me debe y que ya no me va a dar.
Quiero que venga, me abrace y que me diga que me quiere, que me lo diga una vez, dos, millones de veces.
No quiero mirar atrás y ver los castigos, ni los gritos, ni nada de todo aquello.
Quiero olvidarlo, sustituirlo por ese amor que debería recordar y que no encuentro por ningún lado, que busco y no veo por más que mire atrás.
Mi padre se está muriendo y se va, dejándome con una enorme deuda de cariño que nunca me pagará.
¿Dónde están mis besos papa? ¿Dónde dejaste mis abrazos? ¿mis te quiero? Un pequeño “lo hiciste muy bien, tesoro” ¿Dónde?
¿Dónde?
Es que eso me duele tanto o más qué que te mueras.
Mi padre se está muriendo y yo estoy aquí, intentando separar mis sentimientos para poder cicatrizar mi ira antes de que se vaya y poder decirle que le quiero.
Estoy delante del ordenador y no allí. Estoy aquí porque no sé lo que siento, ni tampoco sé que debería sentir.
Mañana iré, porque confío plenamente en que no se va a morir esta noche.
O quizá sí y yo esté aquí y no allí.
Sé que si se muere y yo no estoy allí no me lo perdonaré nunca, pero me resisto a ir, si no voy, no se morirá.
O sí.
Es mi padre y se está muriendo. Una sensación de desarraigo me invade, va conmigo, el vecino molesto me está hablando a mí, esta vez ha llamado a una puerta que conozco.
Pero no caen mis lágrimas.
Las retengo porque debo paliar las de mi hija, suavizar sus aristas.
Las retengo porque me esquivo.
Escribo esto porque quiero entenderme mientras aquella puta frase golpea mi cabeza: todas las lágrimas que sean derramadas por ti en vida, no caerán cuando te mueras.
Y entonces explota mi mente.
Y se mezclan la rabia y la pena, la vergüenza y el desengaño, el miedo y la tristeza. Todo a la vez, todo al mismo tiempo.
No sé si quiero a mi padre. Me duele, pero me duelen tantas cosas a la vez que soy incapaz de ordenarlas.
Y entonces lloro, pero lloro porque no sé lo que siento, y lloro otra vez porque siento que se le ha escapado la vida sin vivirla y siempre he creído que no puede haber vida más inadmisible que esa.
Me gusta pensar que mi abuela, su madre, puede estar esperándolo para abrazarlo. ¿creo en Dios? No lo sé, ayer creo que no. Posiblemente mañana tampoco. Hoy no lo sé.
Está en el hospital.
En una habitación fría.
Él quería morir en su casa. En el pueblo. La vida es absurda.
O Dios no existe.
O no escucha.
O le da igual lo que oye.
Mi padre se está muriendo y yo estoy aquí intentando adivinar qué siento ¿puede haber algo más irracional que eso?
Ahora quisiera todos esos abrazos que nunca me dio y todos los besos que me debe y que ya no me va a dar.
Quiero que venga, me abrace y que me diga que me quiere, que me lo diga una vez, dos, millones de veces.
No quiero mirar atrás y ver los castigos, ni los gritos, ni nada de todo aquello.
Quiero olvidarlo, sustituirlo por ese amor que debería recordar y que no encuentro por ningún lado, que busco y no veo por más que mire atrás.
Mi padre se está muriendo y se va, dejándome con una enorme deuda de cariño que nunca me pagará.
¿Dónde están mis besos papa? ¿Dónde dejaste mis abrazos? ¿mis te quiero? Un pequeño “lo hiciste muy bien, tesoro” ¿Dónde?
¿Dónde?
Es que eso me duele tanto o más qué que te mueras.
Mi padre se está muriendo y yo estoy aquí, intentando separar mis sentimientos para poder cicatrizar mi ira antes de que se vaya y poder decirle que le quiero.
23 comentarios:
Un abrazo muy fuerte Ana.
Un beso
Ve al hospital, Ana. Pocas cosas hay peores que el que tu padre se muera y tú estés enfadada con él. Por lo que hizo o dejó de hacer. Lo sé.
Ve al hospital.
También yo pensaba en mi abuela esperándole, y recibiéndole igual que cuando él tenía 20 años, esperando.
Pero no sabemos si todo eso es. Así que ve.
No importa lo que hubo ni lo que faltó. Importa el ahora, el final.
Ve. Demuéstrale que le quieres. Fuese como fuese, y viviese como viviese. Nadie es perfecto. Sólo se es como se es.
Dale tu cariño para que sólo eso compense que lo que fue o lo que no fue. Para que aunque sólo sea eso no importe si vivió o no vivió, o cómo lo hizo. Porque a pesar de todo, tú estás ahí, y mereció la pena.
Y si mi intrusión te parece excesiva... lo siento.
Un abrazo.
La circunstancia no es para que te pueda caber duda de quién te escribe esto. Ni, mucho menos, para jugueteos vanos.
Por eso me atrevo a decirte, con el que fue mi nick en otra era, que no imagino peor tormento que haber perdido a un padre sin poder uno quedarse conforme con que hizo, cuando pudo, todo lo que podía hacer. Por el bien de él y por el tuyo, quiero decir.
Por eso, si me permites, te insto a que seas egoista. Porque tu futuro, como siempre pasa, depende de lo que decidas hoy.
¿Qué te hará sentir mejor mañana?. Eso es lo que te conviene meditar y hacer. No otra cosa y al carajo con las convenciones.
Te deseo fortaleza, entereza y aceptación en este trance, liVertaria. La última es la más valiosa... y yo lo sé bien.
Un abrazo. Pero no a traición. :)
Contigo
Muchos besos y como dice Ilion, ve al hospital, y no pierdas la oportunidad de despedirte.
Muchos besos
Supongo que no hace falta ser Wittgenstein para saber que "De lo que no se puede hablar es mejor callar" y yo, en este tema concreto, tengo muchísimo que callar.
Un silencio.
Mucho ánimo.
Ánimo Ana, que no te embargue la tristeza.
Un saludo muy fuerte.
Estamos contigo.
Un beso enorme y un abrazo más grande
vine a noche del hospi y me vuelvo en un rato.
no tengo tiempo ni ánimo para extenderme.
sólo deciros que he hablado con él, que lo que me hace sentir mejor por un lado me hace sentir peor por otro y que quien se está muriendo allí, desvalido, como un niño pequeño es MI PADRE.
y que me duele muchísimo perderlo ahora que quizá sea cuando sea la única vez que lo he tenido.
¿mejor tarde?
muchas gracias a todos por vuestras palabras porque son muy importantes en estos momentos, muchas gracias especialmente a quien nunca dijo nada en este blog y para esto se ha acercado a apoyarme.
muchas gracias german, porque a ti te duele tanto o más que a mí.
muchas gracias para quien me llamó y me dio todo su apoyo.
os quiero.
y a mi padre tambien.
Hola Ana, soy Bigt, pero no recuerdo mi contraseña para este sitio...,
Cuando la muerte se sienta a nuestro lado con su capa negra y roida y su guadaña, todos nos acojonamos y nos creemos mejores de lo que fuimos.
Entiendo que quieres a tu padre..., pero sabes que siempre fue un "capullo integral".
Hola Ana.... soy Bigt otra vez.
Quiero disculparme por mi anterior comentario.
Pensé en llamarte y hacerlo por teléfono y pedirte que borraras mi entrada, pero creo que es mejor hacerlo aqui en público y asumir mis palabras...., y sus consecuencias.
Quizás tu padre no ha sido una persona ejemplar, pero tu te mereces tener a un padre al que querer, aunque no sea el mejor del mundo.
Un beso.
Vicente
Ana, no sé que decir, la verdad.
No puedo decir "ve a verle" igual que no puedo decir "no vayas".
Por mucho que le odies, por mucho que no le quieras (y creeme, sé lo que es eso, sé lo que es), la puñetera llamada de la sangre siempre está ahí y, lo siento, pero no vas a poder sustraerte a ella. La cuestión está en cómo lo encares, pero eso sólo lo vas a descubrir tú.
Cuando mi padre murió, mi ex-novio, al que vi pasados dos meses, me dijo algo que me hizo pensar, pensar y mucho.
La rabia, el odio hacia mi padre me embargaban, así como la pena, la tristeza enorme del desgarro, no por él, por mi padre, sino por mí, porque al haberse ido para siempre, una parte de mi vida también se murió, y eso es lo que más duele.
Pues bien, mi ex me dijo (a él también se le había muerto su padre apenas dos años antes y tampoco se llevaban bien) que tenía que perdonarle a mi padre muchas cosas y, lo que es más importante, perdonarme a mí, porque hay que seguir aunque no te apetezca.
Duele el desamparo que se siente cuando tu padre se va y, dada la relación entre vosostros, duele lo que no hubo y lo que pudo ser.
Pero aprenderás, porque todos hemos aprendido, a perdonarle y, sobre todo y ante todo, a perdonarte a tí misma.
No sé si crees en algún dios, tampoco es importante, pero si crees, aferrate a esa creencia, no por tu padre, sino por tí, porque tienes que seguir adelante, por tus niños, por Pep, por tus amigos y por TI.
Un beso muy fuerte.
Ana, tienes todo mi apoyo. Espero que en estos dificiles momentos encuentres en el amor de Pep y los tuyos la fueza que requieres.
Un abrazo.
Hola, Ana.
No conozco a tu padre; sólo vi su sombra y de refilón. He oído algunas historias, mejor dicho, el eco del eco de algunas historias. Es cierto que él se enfrenta a la muerte y eso es duro, pero eligió vivir la vida que vivió; por suerte o por desgracia, eso no puede cambiarse en el último momento.
En cambio, tú tienes que seguir viviendo, seguir inventándote la vida; y en ese proyecto no estás sola y lo sabes. Así que no puedo darte mejor consejo que el que ya te han dado.
Perdona por mi torpeza y por mi tardanza.
Un abrazo.
hoy es su cumpleaños.
79.
gracias a todos/as.
no contesto porque ando bastante dispersa.
¿como lo llevas? me preguntaba ayer xana.
juego al drops, que es un juego estúpido que me desconecta de mi misma.
sigue en el hospi.
mañana le dan el alta.
o no. tiene fiebre.
se va a morir.
nadie sabe cuando ni como.
se complicará dice el médico.
lo llevaremos a casa.
no, a una residencia.
no, a casa.
mi madre no se aclara.
no quiere que se muera.
quiere que se muera ya.
el medico dice que no llevemos mas a urgencias, que lo dejemos morir.
¿dejar morir es lo mismo que matar?
yo quiero que se muera en casa.
no, en el hospi, que puedan darle calmantes y no sufra.
no, en casa con nosotros.
no...
no quiero que se muera.
todo su organismo está degenerado hasta limites insospechados. ojalá le diera un infarto ahora mismo.
yo...
¿?
verlo allí tan desprotegido.
son muchas cosas y mucha la pena que siento.
por tantos motivos.
gracias de nuevo.
No sé como habrá acabado todo a fecha de hoy. Da igual. En esos momentos hasta el más desconocido necesita el aliento de otros.
yo estoy en las mismas circustancias,,mi padre se me esta muriendo,en el hospital nos dijeron k ya no era curativo k se nos iba,,no lo llevemos a casa ,,y me siento identificada kon lo k dices,,es muy fuerte y duro de aximilar,,lo unico k me kedan en estos pocos dias,,es darle todo mi amor,,mi cariño y todo lo k hay dentro de mi para k e lo lleve,,pero kon k me kedo yo?,,,,,,,,,,,
con la vida charo, tu te quedas con la vida.
un beso enorme y mucha fuerza.
Joder! Menos mal que esto no lo escribo en papel, mis lágrimas lo emborronarían.
Mi padre tambien se esta mueriendo tiene cancer terminal. Siempre fue un mal padre. Ni siquiera tengo buenos recuerdos en mi mente que me hagan decidir ir a verlo...Estoy tan confundida que no se si quiero ir o no... pienso si voy me va afectar mucho verlo soy muy sentimental...me pregunto a mi misma ¿pero si no voy y muere algun dia me arrepentiré?..De algo si estoy segura es que cuando muera si lloro sera por lo que nunca tuve un padre....
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