Me repito cuando en este blog hablo sobre la amistad.
Me repito también si nombro el desengaño.
Evidentemente me repito cuando junto ambas cosas y cuando no, también.
Como ando metafísica, aturullada, medio depresiva, algo más cabrona de lo normal,
-léase en exceso-, y un punto agria, me voy a permitir el lujo de despotricar en contra de las amistades que no lo son, pero que no te enteras hasta que la cosa se pone caliente.
Principalmente porque me da la gana, porque me he levantado borde, y porque me apetece cabrearme a ver si así consigo quitarme de encima esta mierda de apatía/agobio que me acompaña día sí, día también, hasta para irme a dormir.
Comienzo mi narrativa con un pequeño inciso ¿por qué mi hijo acaba de meter la cabeza dentro del cubo de las construcciones y su voz resuena a ultratumba? Mandan huevos con el niño.
Apartemos el pensamiento con un grito y pongámosle solución a una posible e inminente catástrofe: - niño, saca la cabeza de ahí, que te vas a ahogar, dame el cubo, deja de gritar, deja de llorar. A la mierda, llora, pero tú no te ahogas hoy porque a mí no me da la gana.
Perdón, era una urgencia derivada de un problema doméstico.
Continuemos.
Iba diciendo que existen amistades que son ciertamente patéticas, recuerdo una que no vino a mi boda porque le preocupaba lo que pudieran decir los vecinos y contertulios sobre el vestido que podría haber elegido, en el caso de haber venido, para la ocasión.
Esto me lo dijo unos días antes y con un solemne –“voy a serte sincera”.
Coño, pues miénteme, pensé yo, pero no le dije eso, le dije –“¿y esto cuando pensabas decírmelo? Aclarar que la había llamado yo, a lo que me contesta tan pancha –“había pensado llamarte el lunes” pues mira guapa, no hace falta que me llames, ni el lunes, ni el martes, ni nunca más, le colgué el teléfono y hasta hoy.
¿piiiiiiiiiiiiiiiiiii? Un momento, ese piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii es el temporizador del horno, ahora vuelvo.
-mientras me encuentro fuera os dejo música de fondo, al gusto, que cada uno tarareé lo que más le guste. Gracias-
No, aún no estoy.
Joder, que el horno lleva su tiempo, no seáis impacientes.
Ya he vuelto.¿veis? todo llega en esta vida.
Las sardinas.
He puesto sardinas al horno hoy, su pimienta, su perejil, su vinito blanco y un ratito de horno. Ummmmmmmm, pero que menas que tan.
De primero sopa, de letras, mira tú que me apetecía a mí hoy una sopita calentita para el frío este pegajoso y chabacano.
Sigamos con el tema.
Las amistades corrosivas son aquellas que destacan por descastadas y desagradecidas. Que haberlas hailas, como las meigas.
En estas no puntualizo, que he perdido la cuenta, unos varios kilos de no amistad, por favor.
Debería poder comprarse en el súper, como las patatas. En comparación deben ser aquellas de bolsa de red, a menos de tres euros los cuatro kilos, que no has llegado a casa con ellas y ya les han salido grillones.
Patatas malas. Que si las siembras sólo obtienes más patatas malas.
Un sucedáneo.
Amistades congeladas, en bolsa de dos kilos, a elegir el tipo de corte, o con tomate o con sabor barbacoa.
Tócate los huevos, habría que plantearlo en el ministerio.
¿se me ha ido la pinza? Posiblemente.
Tengo que vestir al niño e irme al banco.
He dejado el móvil cargando.
Debería poner una lavadora. De color. Y planchar.
Mi madre lleva algo más de media vida advirtiéndome sobre las amistades cochambrosas.
Recuerdo que al principio no le hacía ni caso, claro, era heavy y me iba a conciertos de Manowar, como iba a escuchar a mi vieja, no pegaba, eran los finales de los ochenta y no estaba para gaitas.
Luego me arrastró la vena hippie, tampoco la escuché demasiado, iba demasiado fumada como para entender absolutamente nada.
Luego me fui de casa, pero como no habían móviles, pues tampoco teníamos demasiado contacto.
Y un día, así de golpe una que va y se acuerda de todo aquello que dijo, eso sí, de una manera bastante difusa por las inclemencias y eso.
Voy a cargar la estufa. Si la casa fuera mía ya habría puesto calefacción, tres toneladas de leña he comprado este año, a 0.14. su puta madre, seguro que no paso el invierno.
¿por donde iba? Ah sí, estaba enfurruñándome con el tema ese de la gente parásita.
Y que bien vestidos que vienen, oye, que una no se percata hasta que se la han metido doblada y además varias veces.
Nunca he entendido demasiado bien qué es lo que pueden sacar de mí. De otro quizá, pero de mí, que no tengo donde caerme muerta.
Esas cosas que se te escapan.
En fín.
Y que no consigo cabrearme ¿estaré perdiendo facultades? ¿lo tendré superado? ¿estaré en crisis? A saber.
Voy a ponerme unos calcetines, tengo frío en los pies.
Y bajaré a darle de comer a los perros, que deben tener hambre.
Aprovecho para poner la lavadora.
Del tirón visto al niño y me voy al banco.
Compro el pan y el tabaco a la vuelta.
Despierto a Pep.
Llamo a mi madre.
Recojo a la niña.
Pongo la mesa y las sardinas.
Comemos y sorteamos quien friega hoy.
Tiendo la ropa y si me da por ahí plancho, y si no, mañana, a la mierda.
Me pongo con la merienda, con la cena, con….
¿de verdad vale la pena enfadarse por cuatro gilipollas?
14 comentarios:
Un logro (insignificante, supongo) que has conseguido: Me acabas de callar la boca con total eficacia.
Y esto porque si de algo no quiero hablar en detalle es justo del tema que presentas. No sea que hablar de algo equivalga a invocarlo. Mejor no.
Me quedaré en que lo mejor es no andar distraid@ respecto a los vampiros variados y ya. ¿Vale?.
Saludocordios.
besitos :)
Me he quedado con la duda ... ¿Después de la cena con qué te pones?
¡Besos!
despues de la cena me pongo con que si me cabe el picardias o ya no me pasa por este culo hermoso :P
mas besitos :)
No, no vale la pena amargarse por cuatro gilipollas. Lo que a lo mejor vale la pena, si van bien vestidos, es robarles la ropa y venderla. :-P
Seguro que las sardinas están riquísimas.
yo paso ;)
y las sardinas de vicio.
pos no, no merece la pena
por lo menos a mí
¿queda alguna sardina de esas?
Eeeestoooo
¿De verdad no se le ocurrió mejor escusa?
hola mary, llegas tarde a la sardinada :S
ili ¿crees que era una escusa?
vaya por diox, yo he creido desde entonces que yo, mi vida y todo ese rollo le importabamos una mierda.
voy a serte sincera, me dijo.
y me partió los morros.
aspid dijo:
Iba diciendo que existen amistades que son ciertamente patéticas, recuerdo una que no vino a mi boda porque le preocupaba lo que pudieran decir los vecinos y contertulios sobre el vestido que podría haber elegido, en el caso de haber venido, para la ocasión.
Esto me lo dijo unos días antes y con un solemne –“voy a serte sincera”.
Mmmm... Es que la escusa me parece tan pobre, absurda, patética... que me parece irreal.
Pero vamos, que no digo más, que ya sabes: Yo hablaré de los míos, pero que ni me los menten.
Por si acaso.
Besos. Los quieras o no.
a mi sabes que es lo que me parece pobre, absurda y patetica?
ella.
fue sino la primera, la segunda persona que supo que me casaba y la primera en ser invitada.
me dijo que si.
meses antes.
y unos diez dias antes me sale con esto.
no te voy a decir que me quedé a bolos ili, me dolió tanto que ni atiné.
¿eso era todo lo que yo valía para ella?
¿yo habia puesto a esta persona por delante de otras?
voy a serte sincera, me dijo.
a esta la puedes mentar, se lo ha ganao a pulso y yo no sera quien la defienda.
besos.
los quiero.
Me ha gustado tu post. Tu sarcasmo me reconforta. Y sobre el tema...mejor no hablar. No nos conocemos, pero a Pep sí, y aprovecho para mandarle recuerdos. Hala, a por los días ajetreados como este.
hola renee, bienvenido al espejo.
paso tus recuerdos, te devuelvo saludos y me quedo con mi nariz ;)
:D:D:D:D:D:D
O_O me has dejado con la boca abierta... pero tienes razón, con todo lo que tenemos ya... nos vamos a preocupar por estas personas?
Por cierto... creo que no tengo amigos parásitos.. será que no valgo ni para eso?
:( qué lástima que a mi chico no le gusten las sardinas, al jodío... con lo que me gustan a mi....
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