Y ahora lo de siempre. Ella aparecerá de la nada vestida de negro y, sin mediar palabra, después de observarme tendido en el suelo, me mirará a los ojos y dirá: tu tiempo, definitivamente, pronto será mío.
Después se marchará, pausada y poderosa, dejándome despojado de algo que desconozco que es, pero qué intuyo necesito.
-Acompáñame, ahora ya, todo tu tiempo me pertenece.
Miaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaau...................
No hay comentarios:
Publicar un comentario