(haciendo redacción para salir del agobio, HISTORIA REAL, que triste)
Esto es un blog, y yo no hablo, escribo, y cuando lo hago, el lector suele pillar las ironías.
En la vida real, aquella en la cual la interrelación normalmente es de palabra, debería ser más sencilla la comunicación.
Quiero decir que una ironía, -que es una figura retórica utilizada para dar a entender lo contrario de lo que se dice, dice el DRAE- verbalmente y con su gesto acompañándola, es, o por lo menos debería, ser captada con más facilidad.
A no ser qué, para entenderla, debas poseer una mente superior, cosa que dudo, ya que dado el caso entonces también debería ser así, de intelecto supremo y sibarita, el dador de ella.
Y me da que no, que la patata no es tan grande para una cosa tan simple como pueda ser una ironía.
Entre mis dudosas aficiones, practico la recuperación de trastos viejos, dicho más fino, la restauración de objetos antiguos; así que mis idas y venidas a las ferreterías son cosa bastante normal, y, aunque por norma suelo ir siempre a la misma, -una ferretería industrial, buena, bonita y barata- ocasionalmente, si lo que necesito es algo más especial, me voy a la de los pijos, que tienen de todo y sino, te lo piden, con osea de por medio y retoque de flequillo.
El miércoles pasado necesitaba de aquellas cosas finas que en la ferretería de Felix no tienen, -y un par de chorradas más- así que para no dar paseos me fui directamente y muy a mi pesar, a la otra.
Y ahí es donde yo voy, disparo, y yerro el tiro.
Las cosas finas las tenían, claro, pero mi pie nivelador, no. [un pie nivelador, no es otra cosa que ese tope que llevan las neveras para que no bailen cuando las asientas, y las sillas que yo estoy restaurando, que son de forja, tienen el mismo sistema de asiento]
En realidad tenían los del ocho, pero mi anclaje era del seis.
Así que el pijo cuarenton, Santi de nombre, sugirió hacer un pedido que en un par de días llegaría.
El alto de rosca de mi pie original mide un centímetro, -del diez, que dice el ferretero muy puesto- más la goma que hace de linda patita, unos dos –veinte- así que el muchacho, más previsor que inteligente, dice que los pedimos de unos veinticinco –la rosca- a lo que yo le contesto, claro hombre, y si sobra, la sierro.
Ayer tarde me mandan un sms al móvil para comunicarme que mi pedido estaba en la tienda, y yo, esta mañana, inocente como soy los sábados recién levantada, me voy a la ferretería a buscar mis patitas de goma.
Me pongo a la cola, no hay mucha.
Me atiende otro dependiente, más alto y menos pijo.
Le entrego el papel, como con miedo, estas cosas, ya se sabe.
Me busca las jodías patas que ya dejaron de ser lindas.
Miden tres centímetros –treinta, que dice el otro ferretero-
Me cago en sus muertos con toda la educación del mundo, para mis adentros, se entiende. Frente a él simplemente sonrío.
Llama al Santi a gritos por toda la delegación. Pobre Santi.
Y por fin el Santi se explica: recuerdo que comentemos que si eran demasiado largas, usted las serraba.
---[pedazo de gilipollas, ¿en que cabeza cabe que te hago un pedido de algo que NO TIENES, y lo hago para que cuando me lo traigas lo tenga que aserrar?]---
El dependiente que no es Santi pero es más alto y menos pijo, me mira altivo porque la culpa y no la razón, es del cliente, el Santi me mira indignado porque intento llevarle la contraria ante un superior y cargarle el error a él, mi hija me mira con desespero porque el pequeño dice que se está meando, y de repente uno de los dos dice: ¿las quiere o no?
Salgo de mi letargo.
El Santi comenta que debo serrarlas.
No puedo, le increpo.
¿No tiene sierra?
Sierra sí, lo que no tengo es sargento. Ni ganas.
¿Las quiere o no? Repiten mientras me miran como si yo no supiera lo que quiero, como si no supiera medir, como si no conociera la diferencia entre dos y tres, como si en mi vida hubiera visto un pie nivelador, como si llegara de Marte o peor aún, como si fuera tan pija y gilipollas como ellos.
Ya he serrado una, las orejas les deben estar pitando a ambos, sus muertos revueltos en sus tumbas y las santas madres que los parieron, contentas de que alguien se acuerde de ellas.
Y ya está, así de simple, historia con moraleja: las ironías, según donde y sobre todo, con quien, es mejor metérselas por el culo antes de dejarlas salir por la boca y te compliquen la vida.
9 comentarios:
¿Que has serrado una? Me parto XDDDD.
O sea (ponga usté la pijopronunciación adecuada) que sí las querías, no sé a qué tanto reliar al pobre Santi :-P
Juaaaaaaas
Jejejejejejejeje, me parto, jejejejejejeje, es que te imagino allí plantada y me parto, jejejejejeje.
Cuidado con lo que dices para la próxima.
Un besito
ea, venga va, el lazarillo de Tormes, como nos reímos de los males ajenos ¿eh, eh?
ambos dos además :P
pues sí, para tu información YA he serrado una, y sólo me quedan once.
pero eso sí, después de aserrarla me he ido a la calle, me he encontrao al vecino y le he preguntao si él tenía sargento, que tiene, así que en las próximas once, dejaré a los difuntos, que muertos están, y a las santas madres, que total, y me centraré en cagarme exclusivamente en ese par de cabrones.
y tu oscurin, no estaba plantada, estaba flipando, es que yo iba pensando ¿este tío se tomó en serio lo de la sierra? ¿este tío es gilipollas? ¿me está diciendo que anotó veinticinco centímetros, porque le dije que si sobraba lo serraba? ¿Este de donde coño se ha caído?
en fin... besos.
¿Serrar? ¡Que atraso!
Nos, los actualizados, si algo no se puede hacer con la Dremel lo dejamos... por ser cosa excesivamente plebeya. :-P
Aunque, si tengo que opinar, una silla de forja con pie de asiento se me reduce a tres patas (que delimitan un plano) y UN pie de asiento en la cuarta que se ha de ajustar al dicho plano. ¿No?. Pues quita el pie de asiento y suelda en su lugar un trozo de metal de la longitud y grosor justos para que todo quede nivelado. Ahorro-total, que incluye pasar de los ferreteros y de las piezas "para pijos".
O debe ser que no lo he entendido, supongo.
Saludocordios.
Jajajaj que me meo, haberle pedido la mitad de número pero de 50 y asi al serrar tienes todas pero del 25 jajaja
O cuatro veces menos pero de 100
O...
Bueno paro
Un saludo
coño nuncaná eres un joío genio.
YO TENGO UN DREMEL.
¿que coño hago serrando a mano?
que vergüenza, a quien yo se lo explique, suerte que esto no saldrá de aquí.
¿no saldrá verdad?
yandros, hijo, deja de mearte.
hala ahora empieza otra vez.
TENGO UN NIMITALADRO CON ACCESORIOS DE CORTE.
¿me vuelvo a dormir o llevo la niña al cole?
ah ostias, incierto, dos, con asiento tiene dos, las delanteras, las traseras, (las del respaldo) simplemente llevan goma.
habeis dejao de reir?
¡Dremel al poder!
Pero... ¿qué clase de sillas de forja (o sea, cuidadín con ponerlas en exteriores) ncesitan de pies de asiento para superficies poco niveladas?
Realmente, el mundo es cascada de colores y no cesan las sorpresas. Yo, desde mi ignorancia, ajustaba los pies de asiento existentes al mínimo, le aplicaba la Dremel a las patas traseras (reservando las gomas, claro) y dejaba las sillas igualaditas... y pelín más cortas. Fin de las compras.
Pero voy a insistir: Debe ser que algo no he entendido. :(
Saludocordios.
vale, inci, te lo cuento desde el principio y cuando pueda te cuelgo una foto.
luego que mi hija me pispa el pecese :S
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