..

ESTE BLOG ADMITE COMENTARIOS ANÓNIMOS.
ESTE BLOG APRUEBA TODAS LAS OPINIONES SIN REVISIÓN Y SIN CENSURA DE LAS MISMAS, EXCEPTO EN AQUELLAS REALIZADAS EN PERÍODOS POSTERIORES A 14 DÍAS DESPUÉS DE LA PUBLICACIÓN DEL HILO ORIGINAL, Y EXCLUSIVAMENTE POR TEMAS DE SPAM.

JAMÁS SE HA BORRADO UN COMENTARIO.
AGRADECERÍA, POR CORTESÍA SIMPLEMENTE, QUÉ SI DEJAS TU OPINIÓN DEJES TAMBIÉN TU NOMBRE, TU NICK, TU AVATAR O LO QUE SEA QUE QUIERAS LLAMARTE.
TENGO UNA AMPLIA COLECCIÓN DE ANÓNIMOS QUE NO SÉ SI VOLVIERON ALGUNA VEZ... Y... ME JODE.
A TI TAMBIÉN TE JODERÍA.
GRACIAS.
Por cierto, todas las imágenes, exceptuando mi careto que es el que mi madre me dio en su día, han sido sustraídas y robadas del mundo virtual de modo legal, por lo menos eso es lo que afirmaré delante del juez.
Es broma.
Si alguna de ellas tuviera copy raid y casualmente eres el propietario de tal derecho y de la imagen, por ahí abajo está mi correo, me lo dices, te la devuelvo, y tan amigos.

Por otro lado, todos los textos de este blog son míos, si apareciera la pluma de otro, lo haría con su firma. Siempre.
Si te llevas alguno, cita y enlaza, no me importa que compartas, pero que yo no me entere de que te lo has apropiado.
Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

09 septiembre 2009

Cada casa, cada mundo.

Dicen que cada casa es un mundo, y es la verdad. Nadie sabe nada de lo que sucede en mundos ajenos, pero los mundos ajenos existen, y los habitantes de ellos tienen nombres propios y viven parecido a los colindantes.

Los mundos ajenos a veces explotan con los habitantes dentro, y puede suceder que sus nombres propios, coincidan con tus apellidos.

Entonces yo quisiera poder hacer algo para evitarlo. Para evitar el dolor me refiero, pero no es mi casa, es un mundo que circula, no ajeno, pero sí orbicularmente distinto.

Como todos los mundos.

Hace veinte años me marché de casa de mis padres pegando un portazo y diciendo que me dejaran cometer mis propios errores.

He cometido muchos desde entonces. Tantos, que he perdido la cuenta de ellos y he aprendido a ostias, todo lo demás.

Por eso defiendo fervientemente que el pasado de cada cual es sagrado y jamás juzgo una decisión ajena que no me atañe, por muy errónea que me parezca.

Aunque a veces haya de morderme la puta lengua.

Al fin y al cabo, siempre es el tiempo el que acaba por descubrir si la decisión fue un acierto o no, independientemente de mi percepción.

En mi familia acaba de explotar un mundo.

Un mundo en el que parecía haber una órbita constante y regular. Un mundo sereno y equilibrado.

Parece ser que no era así.

Como ya he dicho, ni puedo hacer nada por evitarlo, ni soy quien para juzgar, amén de que acabo de confesar que ignoraba la situación. Así pues, debería irme a dormir y dejar rodar los mundos, cada uno en su esfera, todos ellos, y preocuparme solamente por el mío.

Pero no puedo.

No existe nada más importante que las personas. Y cuando ves que van camino de caer, y sabes, que se van a estrellar, que va a ser muy doloroso, que posiblemente y aunque no todos ellos coincidan en ello, sea la mejor decisión, se te cae el alma a los pies.

Van camino a un lugar donde yo ya estuve.

Donde no quisiera volver jamás.

A donde debía ir sin quererlo y a donde no me arrepiento de haber ido.

De donde cuesta muchísimo salir y lo haces a base de golpes.

Cuando sales, nunca más vuelves a ser quien llegó.

Van a dar la vuelta por un lugar que se llama fracaso.

En ese lugar de pérdidas no sabes qué hiciste mal, o qué hizo el otro. No entiendes quien te abrió la puerta y te empujó a entrar. Desconoces que pasará mañana porque ya no existe una rutina en la que afianzarte. Te duele lo que sucedió y te duele lo que no pasó. Ignoras dónde quedaron tus ilusiones, si las perdiste en el camino, si volverán, incluso dudas si alguna vez existieron. Cuando reconoces la tristeza, te asalta la incertidumbre, y de esta, pasas al sufrimiento, y vas saltando de un lugar al otro sin saber porqué.

Y yo quiero parar el mundo, el de ellos, y detener la explosión.

No quiero que vayan allí.

Sé que no puedo juzgar, que yo fui allí, y no me arrepiento de ello porque era necesario el viaje.

Pero no quiero que ellos vayan.

Yo no soy nadie para creer que hay otro camino, y si lo creo no soy quien para decirlo.

Pero ojalá pudiera evitar todo ese dolor, tener un solo derecho en ese mundo para suplicar que lo detuvieran, que lo pensaran una sola vez más.

Una sola.

Que nunca más nada volverá a ser igual. Nada.

Que no habrá marcha atrás. Nunca.

Y que si es un error sólo el tiempo lo dirá, pero que el precio a pagar, tanto si lo es, como si no lo es, va a ser el más alto que paguen en esta vida.

Y solamente tenemos esta.

Ojalá pudiera, aunque sólo fuera por un instante, detener el mundo en una última reflexión.

Por favor.

9 comentarios:

Hispanónimo dijo...

O sea: Que nadie escarmienta en cabeza ajena. ¿Verdad?

Aunque también es verdad que "el infierno son los demás". Así que igual no es tan mala idea que cada palo aguante su vela.

En cualquier caso, el buey suelto bien se lame. Así que mejor va a ser que el personal piense con su propia cabeza. O que no piense en absoluto. Igual nos va a acabar dando.

Y es que, refranero en mano, todo es posible, oigan.

Felices colecciones post-verano.

aspid dijo...

se te echaba de menos NN.

besos.

Hispanónimo dijo...

Va a ser que ... NNo. :) Pero bien está lo que bien acaba. ¡Oh si!.

Por lo demás y como parece que las olas te agradan, aquí tienes: "Die Welle" De mucho recomendar para sanos debates privados. Lo mejor.

Feliz "Gran Hermano XI", acaso.

aspid dijo...

gran hermano?
he oído que este año hay novedades
:-P

NNo? juer :S:S:S:S:S:S
y que nunca se puede jurar nada (roll)

besos.

Elektra dijo...

Tú eres alguien que fue y volvió y por esa razón deberías hacerte escuchar. Es probable que no sirva de nada, porque hay momentos en los que las experiencias ajenas nos son realmente indiferentes. Pero quizás escuchen, quizás recapaciten o quizás no. De cualquier forma, siempre recordarán tus palabras.

Besos.

aspid dijo...

pues ha servido de poco padme.

besos.

Elektra dijo...

Bueno, es lo normal. De cualquier forma, si lo has intentado es lo más que puedes hacer. Seguramente tú tampoco tendrías oídos el día que diste el portazo en casa aunque alguien te hubiera contado lo que te ibas a encontrar.

Cada uno sigue su propio camino para bien o para mal.

Feliz finde y muchos besos.

Azufre Rojo dijo...

Seguramente ahora entenderás el dolor que quedó dentro de ese portazo que dejaste atrás, nunca sabemos cuando acertamos ni cuando nos equivocamos, pero siempre que las decisiones se toman tras una reflexión creo que los tropezones no son más que escalones superados.

Ánimo y consuélate con la esperanza de que lo que consideras errores ajenos terminen siendo aciertos.

Un abrazo muy fuerte.

aspid dijo...

no, si entenderlo, lo entiendo.
es solo que no quisiera.


Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
Chat gratis