ole ole, está nevando, ¿que ilu?

Y encima se pone a nevar, tócate los huevos Roque.

Cómo colofón a unas navidades asquerosas y un día de reyes horrible, acabamos, señoras y señores, la temporada navideña con un paisaje blanco que augura helada matutina para joderme a mí, que dentro de mi asquerosa condición de parada con el desempleo agotado, mañana tenía cinco horas de curro.

Pues ya no, como no me desplace los veinte kilómetros con los renos del capullo ese, por los cojones me gano yo mañana el pan.

Sigamos en racha, torciéndose todo lo que posiblemente se pueda doblar o curvar, y recordando que hemos venido a este mundo a sufrir.

 

Pero no pasa na de na, ya vendrán tiempos mejores, o quizá peores y añore entonces con nostalgia aquellos días, -estos- en los cuales una se crispa por mamarrachadas del tipo: a ver cómo me lo monto yo para pagar la luz, el agua, el papeo, el comedor de la escuela y la escuela del pequeño, sin un puto mal sueldo, desgraciado e hijo de puta, que traer a mi casa.

 

Esas cosas que los modernos llaman crisis pero que a mí ni me viene de nuevo ni nada que se le parezca, solo que ahora, más.

 

Para adornar el pastelito este que me toca tanto los cojones, hoy he sufrido una pequeña crisis nerviosa por culpa del reciclado. A mí me gusta reciclar, no es la ilusión de mi vida, pero entiendo que mi parte responsable se lo debe al planeta, porque desde que perdimos el jodido equilibrio con el mismo, las cosas no van demasiado bien –entre otras cosas por eso está nevando hoy aquí, en esta mierda de culo del mundo- una se tira un mes seleccionando reciclado para depositarlo en sus contenedores, y llena dos veces el coche para ir a tirarlo, cristal, plásticos y latas, cartón, papel…

Los plásticos pequeños en bolsas de plástico, los papeles en bolsas de papel o cajas de  detergente, los cristales por allá, poliespán en otra bolsa aparte, los cartones aplastaditos para que ocupen menos sitio en el contenedor, la ceniza de la estufa al orgánico…

Y en un momento que te descuidas te están tirando los cartones en el del plástico. ¿para qué coño se compromete una consigo misma? ¿para no poder ni despistarse? ¿qué pasa, que no sabes leer, o qué?

 

Sigue nevando.

A la mierda.

 

¿y los reyes? Juas, Melchor, sordo, Gaspar, ciego y Baltasar en la inopia.

 

Empezamos bien el año, lo comenzamos tan de puta madre, que loca ando ya porque llegue el 2010, o el 2011 o cualquier cosa que no se parezca ni de lejos a este, que me da que va a ser un año cumplidito en lo que a zancadillas se refiere, supersticiosa que soy, amén de gilipollas.