Hoy, no sé exactamente porque motivo escribiría un poema. Un poema que dijera que te añoro. Que te amo.
Y ni te amo, ni te añoro.
Volaría a tu lado rompiendo las distancias.
Me dejaría llevar arrastrando la melancolía, una vez más.
Nunca te miré a los ojos para no saber que mentías.
Nunca, y resbalé en uno de esos abismos infinitos.
Hoy mi corazón es poesía aunque tú no lo merezcas.
Y aún no mereciendo, te dedicaría, el instante de morir.
No viven los hilos,
las palabras quedan hueras,
el pasado es mentira y la verdad nunca existió,
contrastado entre silencios, altas llamas, verdes pastos,
no te añoro por costumbre, no te amo sin razón.
En las más altas estepas,
en las cumbres borrascosas,
tras los mares silenciosos o en el eco de tu voz,
la afonía yace firme en las losas que te enmarcan,
es tu nombre en el mutismo y el dolor de un corazón.
Y cayó en la tormenta como gota ensangrentada,
la desidia a destiempo y el azul que nos unió,
ya no existes,
ya no eres.
En la calma que precede, hasta el alma sucumbió.
Si te amara te diría que me duele la desgana, la rutina, la apatía y hasta el ansia de vivir.
Si te amara.
Cuando Melancolía y Fracaso viajan juntos, el corazón explota y al igual que los fuegos artificiales nacen y mueren en un bello instante que sólo se puede guardar en el alma, el recuerdo de algo efímero, fugaz.
Cuando Melancolía y Fracaso van de la mano, clavan astillas en las tuyas para que no olvides a través del dolor, que la madera que las produjo fue la de tu barca, aquella que se perdió en el mar de la ignorancia.
Siempre que despiertan, apuntan al corazón y al igual que los arqueros intentan hacer diana en el centro de tu alma, despertando la inconciencia, aplacando los instintos.
Hoy, no sé exactamente porque motivo escribí un poema. Un poema que dijo que te añoro. Que te amo.
Y ni te amo, ni te añoro.
Por eso no volé a tu lado, ni rompí las distancias.
Pero me dejé llevar, arrastrando la melancolía, una vez más ¿acaso importa?
No me hizo falta mirarte a los ojos para saber que mentías.
Y no resbalé en uno de esos abismos infinitos.
Hoy mi corazón siente poesía aunque tú no lo merezcas.
Porque tú no eres poesía, pero mi corazón, sí.
2 comentarios:
hola...
Me gusto mucho tu poema, aunque no la merezca parece que algo bueno quedo en ti por que tu inspiracion fue muy bella, aunque parece que no se porto a la altura...
un abrazo y mis mejores deseos para el 2009
hola efímero.
me alegra que te gustara, que no se lo mereciera y que intuyas que no estuvo a la altura.
pero que bonita es la melancolía;)
recojo tu abrazo, te mando otro y comparto los deseos de que 2009 sea para ti, también un año prospero y bueno.
saludos. :D
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