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Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

20 enero 2009

cariño, hola, que soy yo



Me encantan los polígonos industriales.

No hay nada tan maravilloso como perderse en un polígono. Te pierdes, y no pasa nada de nada. Aquí un burguer, allí una macro de ropa, un super para los pañales y la merienda, un bar-restorant donde comértela y pasar la tarde con el café con leche y el puto mapa, un merkalzados, aprovechando las rebajas que ya se acaban, una gasolinera, hasta una bolera me he llegado yo a encontrar por uno de esos.

Y además, te cambias de polígono y la vida sigue, puedes cruzarte media España de polígono en polígono, sin saber donde comienza uno y donde acaba el siguiente.

Una maravilla.

 

¿y circular por dentro? No importa que te hayas perdido, puedes ir a 20 por hora mirando todo lo mirable, sin miedo a atascos, que adelanten, que sitio hay. ¿Qué te paras en doble fila? Pues tampoco pasa nada, pones luces de emergencia, te bajas, preguntas, te indican, fumas…

 

¿y las indicaciones que te dan?

Tira to p’adelante, ¿ves el taller? Ande está el muñeco de la Michelin, ¿sí? Bueno, pues antes de llegar a la derecha conforme bajas, verás que hay un Mercadona, si te metes por ahí, por el parking del super y das la vuelta a to el parking, sales por arriba, pero por la salida que pone “camiones”, no, por otra que te vas a encontrar antes, que no pone na, entonces sales por ahí, y a tu derecha hay una calle sin salida, esa no, tienes un stop, pero no lo hagas que nunca sube nadie, tu tiras p’adelante, verás una rotonda, la coges pa darle la vuelta entera como si quisieras volver p’aquí, pero sin volver, porque más adelante, hay una multioptica que abrieron hace poco con unos carteles luminosos, que parece un puticlub, a la izquierda una gasolinera, que yo no sé de que viven porque nunca hay nadie, y más p’adelante un distribuidor que pone “todas direcciones” ¿si?

 

Y una asiente con la cabeza porque no quiere cortarle el rollo, y el buen hombre sigue con sus explicaciones:

 

Cuando estés en todas direcciones, no te metas, QUE TE VAS A LIAR, tu p’adelante, que más adelante hay un camino de tierra con un cartel que pone “camino viejo” ¿Cómo llevas los amortiguadores, niña? Bueno, pues por ahí. Pasas una vaquería, un campo de olivos y un río.

 

Ah.

 

Entonces ya verás que allí está ¿Dónde querían hacer la cárcel? Bueno, pues ahora hay un vertedero, pero lo pasas y ya p’allí, unos… 10 kilometros por el camino ese, ya allí y’astá la entrada a la autopista.

Bueno, primero tienes que pasar el pueblo, pero son dos calles, eh, tu cuando entres, verás que hay una panadería, la de la Loli,  y una escuela, bueno, en la escuela no te fijes, porque ni parece escuela ni na.

Pero ya allí, allí ya está l’antrada.

Es fácil.

 

Mucho, jefe, mucho, me voy yendo que se me va a hacer de noche. Mu muchas gracias.

 

Y la niña que estaba esperando dentro del coche que dice que se mea y que si ya sabemos por donde hay que ir, y, si falta mucho.

 

Coges aire y te vas dirección Michelin a preguntarle a alguien más.

Por corroborar…

 

Perdone caballero ¿voy bien para ir a …? Donde quiera que sea la provincia.

 

No, que va a ir usted bien, a ver, ¿usted pa onde va? Pues por aquí no va bien. Pero de nunca, eh.

Es que usted, ya debería haber cambiado de calle allá atrás, ¿ande está el señor de la boina y la bici? pues ahí ya debería haberse bajado a la paralela.

 

Coño.

 

Sale a un distribuidor que pone “todas direcciones” y doscientos metros más adelante ya coge la autopista.

 

Ah, bueno, pues muchas gracias. A pasar buen día.

 

La niña que aún no ha meado, te recuerda que es la hora de la merienda.

 

Das la vuelta y te cruzas con el señor de la boina y la bici, intentando que no te reconozca, por educación, te bajas a la calle paralela. La joía calle paralela tiene dos sentidos y te preguntas qué dirección has de tomar.

Coño, QUÉ SUERTE, un señor para que me indique.

 

Ah, pues no sé, yo es que no soy de aquí. Soy de Albacete.

 

No, ni yo, vale, muchas gracias.

 

Mamá, que me meo. Y tengo hambre…

 

Te comes el culo y comerás carne. Cállate un momento, por favor. Mira ahí hay un camionero, a ver, que estos están hartos de ir por el mundo. Espera.

 

Hola, buenos días, verá es que vamos un poco despistadas para coger la autopista y…

 

De bons jours. Je l'indique tout de suite. Où voulez-vous aller ?

 

Niñaaaaaaaaaaa, el francés ¿Cómo lo llevas?

 

Pregúntale a otro. ¿no hay más gente?

 

Bueno, vale a ver, dame el teléfono.

 

Cariño, hola, que soy yo. Sí, bien, sí todo bien, maravilloso. Digo ¿has cenao? ¿no? Bueno pues ves cenando.

Sí, no, que llegaremos un poco tarde. No, no pasa nada. La niña que  quiere merendar y hacer un pis, sí lo de siempre sí. Pero no pasa nada.

¿qué donde estamos? Pues aquí, que hemos parado pa llamarte y eso. Sí, tranquilo. No, no, estamos en un polígono, al lao de la autopista, en nada nos ponemos ahí.

Oye ¿Vitoria, nos quedaba dentro de…? A ver.. ¿teníamos que pasar por Vitoria? No. Ah.

No, no por nada, porque viniendo me ha parecido ver un cartel, pero pondría otra cosa… como iba conduciendo…

Y que estoy muy cansada ¿eh? Ya me agobia conducir tanto y seguido, y ahora además ya se va haciendo de noche… joder.

 

No, hombre no, como nos vamos a quedar a dormir por aquí.

Si ya estamos ahí enseguida, en cuanto encontremos la autopista. Que debe estar por aquí en algún lado, muy lejos no, porque coches se oyen, yo diría que he oído hasta un camión.                        

Que no hombre, que no.

Que noooooooooo.

Ay que pesao eres ¿eh?

Bueno, pues si tanto insistes ya miramos algo.

Venga, va vete a cenar, ya te llamo más tarde.

Sí, yo también, un beso.

 

 

A ver niña, saca el joío mapa que hemos ganado unas horas.

¿qué población fue la última que sabemos seguro que era esa? ¿cómo se llamaba el polígono?

 

 

 

 

 

1 comentario:

Xanadú dijo...

JAJAJAJAJA

Y la cantidad de mundo que conoces gracias a que te pierdes por polígonos?

Que yo lo hago mucho y hasta un hotel de tres estrellas me encontré una vez en un polígono en Illescas.

Sin ir más lejos, gracias a que una vez me perdí por ahí, mañana sé exactamente donde tengo que ir para hacer una entrevista en un Parque Empresarial (ya sabes, es como los ejecutivos agresivos chachis guais juan pelotilla llaman a hora a los polígonos de toa la vida de dios).

Un beso.


Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
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