Bueno, a ver, esto no es una idea original, el año pasado me mandaron un mail de esos que rulan, me quedé el texto porque la idea me pareció buena y este año lo he modificado con libre albedrío adaptándola a mis necesidades.
Quedó tal que así:
Querido Papá Noel:
Te escribo esta carta con un bolígrafo rojo y despuntado que mi hijo a sustraído hábilmente del estuche de su hermana, cuando se de cuenta van a llegar los gritos al cielo, evidentemente esto es mi carta de deseos, no me tengas demasiado en cuenta que esté escrita en el dorso de un recibo, la del año próximo intentaré que sea escrita en un folio blanco, si no pudiera ser así, juro a que aspiraré, a que por lo menos, no esté pringado de nocilla.
Te escribo escondida en la cocina, entre una tortilla y un cocido, porque quien sabe cuando volveré a tener un poco de tiempo libre en los próximos 18 años. Quizá 20.
Creo haber sido una buena madre durante todo el año. He alimentado, lavado y cuidado a mis hijos cada vez que lo han necesitado y cuando no, también, que la adolescencia es una cosa muy chunga. He visitado al pediatra muchas más veces de lo que he visitado a mi propio médico y por motivos menos razonables, me han dado un pase bip en urgencias y he barajado la posibilidad de instalarme delante del centro, sobre el césped, con mi tienda de campaña, mis hijos y el perro, que la clínica veterinaria queda bastante cerquita. De hecho también hay una panadería, un hiper, una farmacia y un centro psiquiátrico. Bien pensado, tal vez me mude próximamente.
Pensaba qué quizás, visto que no te he pedido nunca nada, esta Navidad podrías traerme algunas cositas. Aquí tienes mis deseos:
Me gustarían un par de piernas nuevas (las quiero para correr detrás del canijo calle arriba) y unos brazos que fueran lo suficientemente fuertes como para apartarlo del estante de las golosinas o de la cesta del chocolate, que sean sobradamente ágiles para agarrarlo a él, a su hermana por los pelos y al carrito, mientras monta una rabieta con pataleta incluida en medio del supermercado por dos chuches de mierda.
También quisiera una cintura, ya que en algún lado perdí la que tenía, más o menos hacia el séptimo mes de mi último embarazo y aunque no a menudo, sí de vez en cuando, me gustaría poder ir a bailar y meterme en alguno de mis modelitos, dejar de parecer un chorizo cantimpalo e incluso subirme la cremallera de algún imposible.
También me gustarían unas ventanas resistentes a las huellas dactilares de chocolate, una emisora de radio que sólo ponga música para adultos, - el Canto del Loco NO es música para adultos ¿cómo podría hacerme entender?- una televisión que no contenga exclusivamente programas de animalillos silvestres que hablan, -principalmente Winnie the Poo- y un rincón secreto detrás de la nevera donde poderme esconderme para hablar por teléfono.
¿Sería mucho pedir insonorización en el baño mientras meo?
En el aspecto práctico, quisiera una muñeca que hable y diga, "Sí, Mamá" para ayudarme en mi autoestima como madre, junto con dos niños que no griten continuamente, ahora por esto, ahora por aquello, ahora por todo, tres pares de vaqueros que se abrochen sin necesidad de tanta fuerza, calcetines que no se desparejen o se escondan, camisetas con botones y jerseys de cuello alto que se estiren para el pequeño, y a la moda, pero tapando el ombligo, para la grande.
También me gustaría una grabación de monjes tibetanos cantando 'No comer en la sala" y "Quítale las manos de encima a tu hermana, Y, QUITASELAS YA" entre el “y”, y el “quítaselas ya” ¿sería posible incluir un mensaje subliminal que diga “si no te mato”? ya que mi voz parece estar fuera del alcance auditivo de mis hijos y puede ser escuchada solo por el perro.
O por los vecinos, que tanto me da.
Sería maravilloso si hicieras que mis hijos ayudaran en casa sin necesidad de, la grande, pedir dinero a cambio, el pequeño, romperlo todo.
Si fuera tarde para encontrar todo esto, quisiera al menos el tiempo suficiente para cepillarme los dientes y peinarme (a poder ser todo en la misma mañana), o el lujo de sentarme y comer la comida caliente, no a temperatura ambiente, sin que tenga que comerla del mismo Tupperware o escondida en algún rincón porque el goloso siempre acecha.
¿Seria pedirte demasiado que pudiéramos llamar "verduras" a la salsa de tomate? Me ayudaría a tener la conciencia en paz. También me ayudaría a tenerla no tener que esconder la caja de galletas o el chocolate y decir que se han acabado para que todos en esta casa, principalmente papá, pueda comerse alguna pieza.
Bueno, Papá Noel, la alarma del horno me indica que ha terminado el asado y mi hijo se ha dado cuenta que estoy aquí encerrada. Creo que quiere que le devuelva el lápiz sustraído, por otro lado, la niña ha salido de la ducha y va dejando un rastro de agua por donde pasa, debería ir a recordarle como se utilizan las toallas y el práctico ejemplo de la fregona que absorbe.
Que tengas un buen viaje y recuerda sacarte tus húmedas botas antes de entrar. Disculpa, la costumbre y que sólo me faltas tú dándome faena.
Puedes comerte las galletas que te dejamos en la mesa, te he guardado unas cuantas, pero cuidado con echar migas en la alfombra.
Con cariño... MAMA!!
P.D. Ah!... otra cosa, puedes anular todos mis deseos con tal de que hagas que mis hijos crezcan felices, sanos y se conviertan en personas de bien, aún a costa de mi integridad física y mental.
Agradecida eternamente otra mamá desesperada.
3 comentarios:
pues a ver si tienes suerte y te traen todo, o parte si te portaste casi bien este año. Y un móvil bonito, como motorolín (me he reído con tu post anterior, gracias)
leyéndote... me planteo si realmente quiero tener hijos en un futuro cercano...
Menbos mal que la Posdata me anima un poco...
A´nimos! que ya sólo quedan aproximadamente unos 20 años más!
gracias a ti zorro, por las risas y por los deseos ;)
kash, que mi histeria no te prive de ser en el futuro una madre feliz :P
besitos.
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