Un año más.
El reloj se niega a detener su paso.
El frío asoma por debajo de las puertas y se acomoda, como
cada año, en el sofá. En el mío, en el tuyo.
He descubierto que el tiempo que
pasa no me hace más vieja, y a ti, déjame decirte que tampoco.
Esta es una carta más. Otra. La
de este año dos mil doce.
Que vuelve a surgir desde el
alma, y a la que poco le importa que afuera arrecie.
Que desea instalarse como
hizo otras veces, en ese lugar, ese diminuto y a su vez enorme lugar, que
conquisté.
Que me dejaste conquistar sin
alzar bandera blanca.
Estas son mis letras, y ese que
se esconde sonrojado, tu corazón.
Son un buen tándem, no lo dudes
nunca.
¿Crees que hemos cambiado?
Seguimos comunicándonos desde el silencio, arropando un mundo sin palabras
desde la distancia. Extendiendo las manos.
¿Sabes cual es la señal de
auxilio? Infunde tranquilidad saber que estás ahí cuando te necesito.
Aún no sé contar, pero siempre conté contigo.
Hoy me acerco a la ventana, a esa
que no existe desde la calle, esa que
nadie ve.
A la ventana del tiempo que nos conoce, que se abrió aquel treinta y
uno de octubre, y nos permitió asomarnos a los dos.
Podríamos haberla cerrado al
marcharnos. A ti no se te ocurrió y yo, yo no quise.
Y la ventana aún permanece
abierta.
El tiempo pretende confundirnos.
Tú tienes el pelo más blanco, yo también. Y sin embargo, cada vez somos más
transparentes.
No, el tiempo no nos ha hecho más viejos.
El tiempo nos ha
colocado uno frente al otro, y ha pasado, es cierto. Ha caminado por nuestros
rostros y los ha envejecido, pero no ha logrado cerrar la ventana.
No puede.
Porque estas son mis letras, y
son para ti, y ese que se esconde sonrojado es tu corazón, y en él, existe un
lugar que yo conquisté cuando tú, decidiste no alzar las armas.
5 comentarios:
Es preciosa..
No sé si es en la distancia de la muerte o de la vida.
¿Una conquista o una rendición?
Es absurdo, todo es la misma cosa.
En hora buena. Cuanto más ocupado tengas el corazón menos corrientes de aire.
Dirección norte.
:} {:
gracias carmen :D
dirección, norte...
ni conquista, ni rendición. como en ajedrez, tablas por acuerdo.
gracias, y besos a ambos.
Acabo de descubrir que hay algo de voyeur en mí, porque he disfrutado mirando una escena que no me pertenece. Pero es tan bonita… Que no se cierre nunca la ventana :-)
Besos y abrazos.
gracias carmen.
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