Los winnies se besuqueaban unos a
otros. Babas difusas y asquerosas mojaban sus rostros. Las palabras, someras, y
cargadas de metralla, adornaban una vez tras otra y de modo continuo, sus
momentos. Sus ridículos momentos. Los momentos del desgaste de la imperturbable
inteligencia.
Ésta, cayó al suelo de un empujón.
Despachurrada y cariacontecida, se puso en pie.
Los winnies no se percataron de
que a su alrededor faltaba algo, cuando la invariable, salió por la puerta
arreglándose el vestido y el moño.
Continuaron, indefectiblemente, bailando
y esparciendo babas por doquier y con ellas, el virus entusiasta de la
ignorancia, a su alrededor.
5 comentarios:
Babas si que voy esperciendo yo (de la misma envidia) al ver/escuchar lo que hace esta amiga con el piano. Elige un video cualquiera y verás. Recomendable el "Bohemian Rapsody" de la página 2, oiga.
Saludocordios.
desde luego que desparpajo no te falta, sucia, engreída y directa a la diana, del todo incorrecta, pero es.....Genial (!) fresco, sin pretensiones, pura y dura realidad.
En estos tiempos de falsedad y ridícula mentira se agradece este soplo de aire fresco.
no vivirás de esto pero estoy seguro de que no pasarás hambre.
Te dejo mi dirección por si te apetece leer algo mío, saludos.
nocheperegrina@blogspot.com
Babeando me dejas... Genial!!
Un beso gordo.
No todos los winnies siguieron besuqueándose babas tras aquella caída, ¿sabe usted?
He vuelto, no sé si con ganas o si con la misma energía cansada, pero por lo pronto hoy, te leo.
Un beso enorme, Ana
gracias frida, gracias magras, disculpad la demora, he estado muy liada.
besos.
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