Tiene su puesto en una curva con sombra al pie de una carretera, de una carretera cualquiera, el pelo hermosamente rizado y de un pelirrojo intenso, poco más de veinte años y, supongo, más historias que contar que las que le gustaría tener.
Las mañanas que me acerco al hospital la veo sentada en su silla, esperando, sus medias negras y su mini falda blanca, tan corta, tan extremadamente corta que apenas queda lugar para la imaginación.
Suele llevar un paraguas, los días de sol le oscurece el pelo, los días de lluvia, como hoy, resguarda sus lágrimas.
Esa puta es parte del paisaje.
A veces me pregunto como llegó a esa curva, y aunque encuentro mil motivos para ello, aún no he encontrado ninguno por el cual deba seguir allí.
Me entristece su juventud y su relación con el paisaje, me indigna que haya de ser una falda blanca, promiscua y lasciva, lo que le de de comer.
Sé que estoy poniendo mis pensamientos y mis sentimientos en boca, en vida de otros, y que eso no siempre es demasiado acertado. También podría haberla llamado señora de la calle, o decir que se dedica al oficio más viejo del mundo. Con todos mis respetos.
Pero es una puta. Así, sin más.
Una puta barata que se moja los días de lluvia en una curva, mientras espera clientela o policía, que se achicharra de calor o se hiela según venga, que vive en un círculo del cual no va a salir tan fácilmente.
Una puta.
Con nombre y apellidos que nadie conoce o que apenas nadie recuerda.
Sin embargo, no trabaja en el centro, no van a hacer limpieza de su zona porque haya que adecentar la avenida, restaurar el barrio, o darle un empujón a las próximas elecciones; es simplemente una puta.
Conozco putas peores que duermen a resguardo todos los días, viajan en coches buenos, te miran por encima del hombro y todo el mundo las llama de usted.
Pero esas, ni tienen el pelo hermosamente rizado ni mucho menos veinte años, y por supuesto, mucho más que callar, que contar.
2 comentarios:
Unas putas tienen mas suerte que otras.
Cambian los servicios, el precio o los clientes, pero como decian en "Nueve reinas": No faltan putos, faltan "finansistas".
no va por ahí.
las putas no tienen suerte ninguna.
pero cuanta puta hay suelta a la que hay que respetar...
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