Si eres negro ¿para qué te tatúas?
Podría decirlo también así: si eres imbécil ¿para qué disimulas? Conozco a un tío que ni es negro ni tiene tatuajes, pero que se adapta bastante bien a la segunda proposición, así que invocando mi mala leche, pocas veces fortuita, me desparramo, o se me desparrama el dedo para llamarlo hoy y aquí, imbécil.
Imbécil disimulado, que aún es peor. ¿se me nota la ironía? Espero que algo más que el resentimiento, por lo de la dignidad esa, que presuntamente todo bicho viviente y maloliente deberíamos tener.
Me he acordado hoy, y haciendo entonces en aquel momento, un repaso rápido, me he percatado de varias cosas. Ninguna de ellas viene al caso, con lo cual, no voy a explicarlas, me voy a asentar exclusivamente en despotricar sobre el tío ese conocido, y en los motivos por los cuales me parece un autentico gilipollas.
Un imbécil gilipollas. Va ganando territorio. Lo tiene claro.
No habla, sin embargo no está mudo, me consta. No habla porque la posición del silencio ingénito parece estar remunerado. Y parece ser también, que muy bien. He llegado a la conclusión de que no es que no tenga nada que decir, si no más bien que no se atreve, no osa, no se aventura, no se arriesga. No dice, porque es un cobarde; uno de aquellos que se amparan en que no vale la pena. Y escudado tan lapidaria frase, remonta su silencio a la cuarta potencia.
Ya tenemos, et voilà, un gallina.
Un gallina, gilipollas e imbécil. –vaaaaaaaaaamos, que nos vamos-
No oye, u oye pero no escucha. Sabiendo que sordo no es, lo mejor es aceptar la evidencia: Las personas que gozan del favor de poseer oído, deberían también saber utilizarlo. Entiendo que en alguna parte su sistema nervioso se quebró y no le llegan las misivas al cerebro; con lo cual los avisos y las cosas que se le explican o plantean, se disparatan en alguna parte del trayecto, quedando hueras las ideas y vacías las palabras. Ergo, es un insustancial.
Es una insustancial gallina que se comporta de modo imbécil y manera gilipollas.
¿Qué tal lo llevo?
Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Esto le pasa al conocido este mío, que ve, pero no ve. ¿Cómo puede ser? Os preguntareis, pues bien, me parece de sencillo entendimiento, en todo caso os lo explico con otro dicho, ese que reza que vemos la paja en ojo ajeno… pues eso, que es además, un hipócrita.
Conozco un tío que es un gallina, hipócrita e insustancial, y que desde que se comporta de manera imbécil cada vez me parece más gilipollas.
Pedazo de frase, señoras y señores.
¿Se notó suficientemente mi rabia, ili?
…………………..
Y ahora… ahora me gustaría decir otra cosa, me gustaría deciros que me quedé esperando aquella palabra, aquella contestación, que me escuchara una sola vez, que viera que era sincera en mi disculpa, si se terciaba.
Pero no se terció, ni la disculpa ni la ocasión y me quedé con mil dudas, o tal vez sólo con una: si eres negro ¿para qué te tatúas?
3 comentarios:
Se notó bastante. Sí. De hecho (casi) toda la entrada es una explosión de rabia.
¿Mejor?
pos no, pero me he relajao.
Ese tipo no merece ni esta entrada...bueno, si te sirvió para relajarte a tí, tal vez sí la mereciera.
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