llegó el final, cesó el clamor... y yo debería haberte escrito una felicitación por tu cumpleaños el pasado día 15 mi querida hermanita, en lugar de hacerlo te mandé un mensaje al móvil, a un número, creo, es tuyo.
Felicidades.
Así. Cortito y conciso, para qué demonios más.
No me contestaste, claro, pero en mi defensa ante la estupidez, te diré que ya sabía que no ibas a hacerlo. Tampoco lo hiciste el año pasado. Ni el anterior, en botella y blanco…
Supongo que te habrás preguntado porque lo hago, no la primera vez pero sí las siguientes.
A mí me gusta pensar que es simple y llanamente para tocarte los huevos –los que no tienes, por ahí en algún lado hay un obús que lo explica- así que hagamos un trato tu y yo, ahora que nadie nos oye.
Ya sabes que soy imposible y que mi genio mal templado suele dispararse prontamente, y como yo ya no sé quien eres tú, ninguna de las dos juzgaremos las mamarrachadas de la otra.
No, por supuesto que si lo que estas pensando es que de benevolente tengo poco y que lo que hago es cubrirme las espaldas, taparme el culo y esas cosas que se llevan, cabe decirte, que por una puta vez en tu vida, posiblemente la única, has acertado.
A veces me gusta creer que te has muerto. Eh, no es para tanto no te lleves las manos a la cabeza. La realidad es que hay días en los que te prefiero muerta a indiferente -por lo de cubrirse las espaldas, ya sabes- y otros, como hoy, en los que me siento capaz de dirigirme a ti para decirte que te prefiero de esa manera. Sí un poco burra también soy, pero esto es sólo por que paso de que se me hiele el trasero.
Una vez, leí por ahí que el ser humano, prefiere ser malo a parecer ridículo. Yo debo ser muy humana los días pares, y muy cabrona, los que restan.
Hoy es 18, pero no es un día par, hoy es un día de lluvia; los días lluviosos estoy melancólica y la melancolía me disparata.
Cuando me disparato me pongo absurda, esto hace que me sienta ridícula y me vuelvo humana, entonces mis preferencias sobre ser aquello o ser lo otro, se colapsan, y acabo siendo ridícula y mala, esto me convierte en una mala ridícula, como las de los cómics.
Pero a ti todo eso te da igual, haciendo acopio y gala en primera persona de lo infame que puedo llegar a ser, Me escribo esta carta, para No mandártela, pero para recordarnos, -con un poco de suerte te pitaran las orejas- que yo he sido siempre menos digna que tú.
Y más mala, y como no y por supuesto, mucho más ridícula.
Pero me gustaría que siguieras pensando que no parezco lo último, mira si puedo llegar a serlo, porque sí, es cierto, prefiero que me odies a que te compadezcas de mí.
Hoy es 18 de octubre, está lloviendo, la lluvia me pone melancólica y la melancolía me disparata.
Cuando me disparato, me pongo absurda, pero esta vez, la culpa es mía.
Felicidades.
Así. Cortito y conciso, para qué demonios más.
No me contestaste, claro, pero en mi defensa ante la estupidez, te diré que ya sabía que no ibas a hacerlo. Tampoco lo hiciste el año pasado. Ni el anterior, en botella y blanco…
Supongo que te habrás preguntado porque lo hago, no la primera vez pero sí las siguientes.
A mí me gusta pensar que es simple y llanamente para tocarte los huevos –los que no tienes, por ahí en algún lado hay un obús que lo explica- así que hagamos un trato tu y yo, ahora que nadie nos oye.
Ya sabes que soy imposible y que mi genio mal templado suele dispararse prontamente, y como yo ya no sé quien eres tú, ninguna de las dos juzgaremos las mamarrachadas de la otra.
No, por supuesto que si lo que estas pensando es que de benevolente tengo poco y que lo que hago es cubrirme las espaldas, taparme el culo y esas cosas que se llevan, cabe decirte, que por una puta vez en tu vida, posiblemente la única, has acertado.
A veces me gusta creer que te has muerto. Eh, no es para tanto no te lleves las manos a la cabeza. La realidad es que hay días en los que te prefiero muerta a indiferente -por lo de cubrirse las espaldas, ya sabes- y otros, como hoy, en los que me siento capaz de dirigirme a ti para decirte que te prefiero de esa manera. Sí un poco burra también soy, pero esto es sólo por que paso de que se me hiele el trasero.
Una vez, leí por ahí que el ser humano, prefiere ser malo a parecer ridículo. Yo debo ser muy humana los días pares, y muy cabrona, los que restan.
Hoy es 18, pero no es un día par, hoy es un día de lluvia; los días lluviosos estoy melancólica y la melancolía me disparata.
Cuando me disparato me pongo absurda, esto hace que me sienta ridícula y me vuelvo humana, entonces mis preferencias sobre ser aquello o ser lo otro, se colapsan, y acabo siendo ridícula y mala, esto me convierte en una mala ridícula, como las de los cómics.
Pero a ti todo eso te da igual, haciendo acopio y gala en primera persona de lo infame que puedo llegar a ser, Me escribo esta carta, para No mandártela, pero para recordarnos, -con un poco de suerte te pitaran las orejas- que yo he sido siempre menos digna que tú.
Y más mala, y como no y por supuesto, mucho más ridícula.
Pero me gustaría que siguieras pensando que no parezco lo último, mira si puedo llegar a serlo, porque sí, es cierto, prefiero que me odies a que te compadezcas de mí.
Hoy es 18 de octubre, está lloviendo, la lluvia me pone melancólica y la melancolía me disparata.
Cuando me disparato, me pongo absurda, pero esta vez, la culpa es mía.
o como diría Barón... la magia se desvaneció, tus ojos siguen fijos sobre mí.
6 comentarios:
Mmm... ¿no habría sonado mucho más humano así, aunque no rime?
...la magia se desvaneció pero innecesaria y obsesivamente, tus ojos siguen fijos sobre mi...
En cualquier caso, a la oscura luz de un pabellón y sobre un mar de cristales rotos, sólo se me ocurre sugerir que la lluvia debe poseer algún componente catalizador para la moñez humana, claramente. Y nadie es inmune.
En fin. Cosas de la humanidad. Mejor no preocuparse. ¿No?.
Saludos y eso.
si, muy moñas me veo yo.
moñas, que no absurda, tanto, que aún me siento capaz de aclararte un detalle.
don fokker dr.1.
siempre fue (rojo) mientras los richthofen lo andaron mareando.
y, ¿sabes? aún podría hacer un esfuerzo, por una vez no firmar con mi nick, cambiarmelo para la ocasión, llamarme por ejemplo albatros d.II.
que eso me colocaria delante temporalmente hablando, sólo que no sé, si quiero un motor menos.
en todo caso, sigo buscando una escalera al cielo
besos desde el jasta 2.
Si lo piensas bien, Bastet, no es al final el número de motores lo que cuenta, sino su calidad. ¿Ofrecerá más calidad quien escribe una carta (aunque no la mande) que quien ni siquiera la llega a escribir?. Para mi, la respuesta es clara.
En cuanto a los nicks, no son nada. Nada. Lo que quizá debería tenerse en cuenta es lo que se dice usándolos. Y, con tiempo, la intención que se transluce de cada nick. Puede que no sean tan evidentes como parecen. O que sean mucho más juguetonas de lo que es corriente. ;)
Saludos y esas cosas de rigor.
PD: Era la Jasta 11, Bastet. Y cuidado con introducir algunas cosas... no sea que aparezca Hermann Göring por alguna parte. :P Mejor mantenerse en lo políticamente correcto. ¿No?.
wilfred may erró el tiro, por tanto me andaré con pies de plomo no sea que tengas razón y göring amanezca por acá jodiéndonos -otra vez- el circo volante :P
sí he de cambiarme de nick, ahora quiero ser el 21/4/1918. posiblemente no llovía. mrgreen.
y no me digas que los nicks no son nada, nunca, nunca sabes lo que puedes encontrar tras uno de ellos.
p.d para ilion...
si acaso, te lo explico con un mail que me da que no vas a cazar ni una...
No sea por mi que la brujilla encantadora se quede al márgen.
Porque la gran verdad es esta: Nadie conoce a nadie.
Y si llueve, menos. :(
Bi-saludos. :D
dos ametralladoras lewis o una ametralladora vickers, montadas en el fuselaje y disparando en sincronización a través de las hélices arqueadas, y vas a dejar de disparar?
bi-saludos?
sesquiplanos :P
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