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A TI TAMBIÉN TE JODERÍA.
GRACIAS.
Por cierto, todas las imágenes, exceptuando mi careto que es el que mi madre me dio en su día, han sido sustraídas y robadas del mundo virtual de modo legal, por lo menos eso es lo que afirmaré delante del juez.
Es broma.
Si alguna de ellas tuviera copy raid y casualmente eres el propietario de tal derecho y de la imagen, por ahí abajo está mi correo, me lo dices, te la devuelvo, y tan amigos.

Por otro lado, todos los textos de este blog son míos, si apareciera la pluma de otro, lo haría con su firma. Siempre.
Si te llevas alguno, cita y enlaza, no me importa que compartas, pero que yo no me entere de que te lo has apropiado.
Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

19 julio 2011

cosas que pasan



He sobrescrito un documento y al hacerlo he borrado todos los datos del que había utilizado para plasmar la vida. No he podido recuperar un sólo verso, un sólo párrafo, la historia ha quedado dormida en un folio en blanco.

Odio la informática, y las opciones que apuestan por limpiar el escritorio y la papelera de cargas en el disco duro. Odio las flechas que cambian el título de las cosas y sobrescriben documentos vacíos, copiando el original en aquel en el cual dejaste todas las correcciones, todo el escrito nuevo; la casa en el campo y el gladiador en la arena, han muerto. Incluido J. Hierro. Mierda.

Volver el PC a versiones anteriores no ha solucionado nada.

Las máquinas, las putas máquinas, han ganado a mi memoria.

Lo más difícil de volver a escribir aquello que escribiste con el alma, es que el alma duerme en los momentos más inoportunos, lucha en los menos adecuados y habla cuando le parece, jamás cuando le preguntas.

Y así funciona.

La máquina.

La vida.

Meses de trabajo a tomar por culo.

Imposible recuperar un documento que dice el PC, jamás existió.

Hay que joderse.

Qué mal funciona todo desde que el carboncillo del HB y la fiable tinta del BIC son simplemente el recuerdo de la mayoría y, lamentablemente e incluyéndome entre ellos, he de maldecir el momento aquel en el que me vendí a un teclado, a una memoria USB, a la portabilidad, al traidor disco duro y a la puta madre que parió al primer binario loco.


¡ah, cuan triste he de sentirme me lady, con Giskard esto no hubiera pasado!


3 comentarios:

carmen fabre dijo...

Es que las máquinas no tienen corazón y si se lo pusieran les dolería la cabeza...

besos¡¡

impresiones de una tortuga dijo...

Me miré en tu espejo y me reconocí.
Llevo un tiempo dormitando por culpa de un desengaño, de una impotencia, pero seguiré ¡lucharé!.
No sé cómo llegué hasta aquí, pero aquí estoy.
SALUDOS.

aspid dijo...

Perdón por el retraso, ando más liada que to toito... que ajjjjjjjjjjjjjco.

gracias Carmen por pasarte :-)

impresiones de una tortuga... que nick tan curioso, me gusta.
me gusta que te veas reflejada, y me gusta aún más que sigas luchando, ven a reflejarte cuantas veces quieras y cunado no lo hagas, dilo. ;-)

besos a ambas.


Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
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