Y además, me odia.
Ayer me llevé los niños a casa de mi madre. El fin de tal acción, no era otra más que el pequeñazo de los cojones, -treinta y tres meses de hiperactividad congénita y genética, mala leche adquirida y una especial habilidad para hacer lo que no debe, cuando no debe- decía al comenzar la frase, que el fin era –ilusa de mí- poder dormir hasta que los ojos se me abrieran por si solos, sin importarme la hora, sin tener que levantarme treinta y cuatro veces por la noche, porque ahora tengo pipi, ahora tengo sed, ahora me quiero ir a la cama contigo, ahora al sofá, ahora tengo pesadillas, ahora, la pesadilla, mama, soy yo, y no tener que aguantar a las siete de la mañana esa frase que me apabulla a la vez que me avergüenza:
Mama, hace sol, es de día, levántate.
Tengo sueño y yo no soy Lázaro, niño. Duérmete de una jodida vez y déjanos dormir a los demás, que hoy es sábado.
Así que ayer los metí en el coche dispuesta a pasar una noche tranquila y relajada.
Y una mierda que te comas.
Antes de marcharse el muy ********** me dejó la alarma del despertador conectada A LAS SEIS DE LA MAÑANA.
La radio para que sonara un poco después.
Y a las ocho menos algo ha apretado la rellamada del teléfono de mi madre y me ha llamado al móvil.
Evidentemente, me he levantado.
Triste, compungida, contrariada y como no, con ojeras.
Hoy no estaba en casa.
Tiene treinta y tres meses ¿Quién le enseñó a dar por culo con los aparatos electrónicos?
Diox ¿no podías informarme de tu existencia de una manera menos traumática?
Gracias.
6 comentarios:
Pues me vas a disculpar pero no he podido evitar una carcajada al leer tu entrada aunque supongo que maldita la gracia que te hace a ti. Aventurarse en el mundo de la maternidad es lo que tiene, es una lotería. Al igual que no sabes lo que va a salir del bombo de los premios, nunca podremos saber que coño saldrá del bombo con el que nos paseamos durante nueve meses.
Siempre he pensado que cuando más se nos cae la baba es cuando los vemos tiernamente dormidos pero si te toca aquél que no duerme es el peor castigo que te pueda tocar. Bastante agotan ya como para que una ni siquiera tenga un momento de descanso.
Tú resérvate para cuando llegue a la edad en la que no hay forma de hacerles salir de la cama y te tomas la revancha. :)
Paciencia, porque no queda otra.
Besos de otra madre que tuvo mejor suerte.
juas, la revancha dice...
esa podría tomármela con la niña, que tiene quince tacos, pero tampoco funciona :S:S:S:S:S
besos.
Pues entonces mujer, no nos queda otra más que armarnos de paciencia y esperar a que lo tengan que vivir en sus carnes.
A ver si con un poco de suerte, Diox les odia un poquito más si cabe. ;)
Anda anda... con lo guapos que te han salido, que no haces más que quejarte...
Si tu hijo es un Santo... si yo he estado con él y jamás ha salido a correr desbocao, ni ha tirado el cubo de las pinzas por el balcón.
Tampoco lo he oido decir palabrotas, ni gritarte. Ni meter 2 cintas en el aparato de ver pelis, ni tampoco me ha colgado el teléfono nunca, ni lo he oido llorar de rabia, ni ...
Juer, churri. Que sí, que te compadezco U_U
hace poco me llamó un colega a las 5 de la mañana. Me desperté y ya había colgado, así que le devolví la llamada. Mi amigo, asustado, se despertó de golpe justo para ver a su hija de año y medio sentada junto a su cama con el móvil en la mano.
Los enanos son la hostia.
lore.... te lo regalo :-P
zorro, mas que ser la hostia, son unos tocahuevos, encantadores, pero unos tocahuevos.
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