No sé que es la capacidad de emoción y si lo intuyo, creo que tampoco me importa demasiado.
También desconozco el significado completo de la palabra sorpresa, y lo cierto es que advierto que no se desencaja demasiado mi tiempo por ello.
Conocer el significado de las palabras es aleatorio.
Cuando aplicamos términos prediseñados sobre las emociones jugamos a ser Dioses y nos ridiculizamos solos ante nuestra prepotencia.
Desde tiempos remotos hemos creado palabras para intentar comunicarnos con ellas, hemos ampliado el parque de vocablos, inventado trastos nuevos a los que ha habido que nombrar, y poco a poco el lenguaje a dejado de tener consciencia. Es tan exageradamente extenso que una se pierde frente a él.
El lenguaje cumple su fin y ejercita su tarea, a veces con más éxito que otras, y es el medio transmisor de conceptos, es bello, es amplio, es, imprescindible.
Alguien definió los sentimientos e hizo de ellos un listado en papel, una especie de decálogo de emociones y las emociones quedaron escritas.
Yo hoy, le preguntaría a ese alguien como osó globalizar y definir algo tan personal, algo tan sujeto al momento, a la vida, a uno mismo.
A veces hacemos cosas que no tiene demasiado sentido real, que no sabríamos explicar con ese vocabulario tan extenso, y la vez tan inane, que nos facilitaron conforme fuimos creciendo y, sin embargo las hacemos y las sentimos.
A veces recibimos pequeños regalos que no tiene demasiada lógica que hayan sido realizados, que para otros no serían regalos, es más, hasta carecerían de significado emocional, pero los aceptamos con enorme sorpresa y alegría.
Muchas de esas veces, el simple hecho de haber sido inconsciente dejando el simbólico beso en la frente del agasajado, es más que suficiente para recoger esa emoción y llevarla con la almohada para que te acompañe esa noche y te deje un plácido y tierno sueño, sin necesidad de saber que cojones significa realmente eso de la amistad, el cariño, ni mucho menos la tan manida empatía.
Yo hoy he dormido bien sin preocuparme demasiado por no conocer todos esos significados y, siendo feliz por poder alcanzarlos, gratamente sorprendida por verlos aparecer en cualquier lado.
El prediseñado verbal está muy bien para decir todo esto, para explicar, para contaros, pero que nadie intente definir la vida ni lo que lleva entre las bragas, que la muy zorra se desnuda y se tira al río cuando le da la gana.
3 comentarios:
Buena reflexión lingüística y de vida....
Besos¡¡
gracias, justo de esto me quejaba hoy en mi blog. Seguiré tu sabia reflexión.
Besos a ambos.
Y gracias, evidentemente.
Zorro, he visto tu entrada... un enorme abrazo.
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