Alguien tiene que tener la cabeza en su sitio, me digo, y sé que es simplemente la excusa, la razón que hará que mis lágrimas sean dominables.
Mantén la cabeza fría, y controlarás el corazón.
Práctica y fría, contundente ante la debilidad de mi hija. A llorar te vas a la calle, le increpaba ayer mientras la sacaba a tirones de la habitación.
No seas tan dura, me recriminaban.
Y yo defendía mi ineficacia aún sabiendo que tenían razón, pero me daba igual, no era momento de ñoñerías.
El miércoles volvimos a salir corriendo porque de nuevo nos avisaron que se moría.
Y es cierto, se muere, pero no lo hizo ese día, ni al siguiente, y no creo que lo haga hoy. Uno se muere cuando le toca, y no cuando al médico le suena, pero nosotros volvimos a salir corriendo, preparándonos de nuevo para lo inminente, dejando colegios y trabajos, todo, organizando de nuevo nuestras vidas a través de una muerte.
Los médicos nos aconsejan un tratamiento más allá de la morfina que evitará que sufra, el precio a pagar será un estado de sedación que eliminará toda su parte consciente.
Ya no habrán más palabras, ni miradas, ni risas, ni sentirá los besos que le da mi hijo y que tanto le gustan.
Elige, te piden.
Y pones en una balanza que deseas, sin saber que desea él.
Y debes decidir.
Es humano que no sufra, te aconsejan.
Ya.
Y la memoria vapulea mi conciencia.
La cabeza dice una cosa y el corazón otra.
He de irme de nuevo allí, me he acercado a casa a recoger algo de ropa, a comprarle pienso a los perros, a ordenar un poco mi vida.
No sé porque escribo esto, supongo que porque después querré saber como me encuentro y sólo si está escrito podré saberlo. O no. No lo sé.
De momento seguiré aguantando mis ganas de llorar y mi desazón, me gritaré igual que hice ayer con la niña, que se llora en la puta calle y después, seguiré apartando los abrazos de mi marido como si realmente no los necesitara, continuaré jugando a ser fuerte, la más fuerte de todos, aquella que seguirá en pie cuando las naves vallan a la deriva, la única que podrá aguantar todo el temporal sin desfallecer un solo instante.
Como he hecho siempre.
Quizá esto sea lo único que me enseñó, indirectamente con su actitud, mi padre.
A parecer dura aunque no lo sea, a mantener el tipo aunque mi balsa se hunda, a defenderme.
Ni sé si sirve de algo ni si es correcto. No sé si está bien o si está mal, ni si quiera sé si es lo que quiero hacer.
Voy a darme una ducha y a volver a mis decisiones y a mi presente, a esperar que muera y a enterrarlo, y cuando todo esto haya pasado volveré a mi casa a llorar y a buscar las respuestas de todo. A intentar entender, a cuidarme, a consolar a mi niña, a explicarle a mi hijo que no existe el cielo, a abrazar a mi madre. Y dejaré que mi marido me abrace.
Ahora no, ahora no puedo, porque si lo hago ahora, tal vez yo misma me mire, y no me reconozca.
6 comentarios:
Si Vd. le permite el atrevimiento a este incierto intruso que a veces pasa por aquí... diré estas cosas:
Todo lo que te sirva es bueno. Sea o no justa-auténtica-guay una postura, si hace que este Universo sea más llevadero ya es todo un mérito.
Muy otro asunto es, siempre, lo que una postura cause en los demás. Gran verdad. Pero es que la supervivencia es cosa de egoistas y debe comprenderse como tal, por muy hasta repugnante que resulten sus vestiduras. Pecado y penitencia en un lote, porque humanos somos.
Y, personalmente y una vez se ha probado la sedación, que me la apliquen siempre. Para cualquier cosa chunga que tenga que ver con los médicos, quiero decir. Tiempo que se borra del mundo, tiempo que no se sufre. Casi como leer ci-fi, ¿no?
Ánimo, liVertaria.
Nuestras reacciones son humanas, no podemos controlarlas como un robot, aunque luego nos arrepintamos de ellas. Cada uno es como es y soporta el dolor de una forma. A veces no es la mejor forma, pero es "nuestra" forma.
Actúa por inercia en momentos de zozobra. Ya llegará la reflexión y la ola que se lleve el naufragio
Un abrazo
Ánimo.
Una opinión anónima no te servirá de mucho, pero por lo que te pueda valer... Cada uno lleva las cosas como puede, y mejor llevarlas así que hundirse intentando hacerlo de otra manera. Mejor ser tú y como te salga, ahorrar esfuerzos innecesarios, aguantar como puedas. Quienes te quieren lo entenderán, y tú también.
Besos a pares.
Ahora sé lo que te pasa... Un besazo
gracias a todos.
tengo poco que decir.
he vuelto a casa con los niños porque mañana es lunes y hay cole.
sigue agonizando.
me he despedido de él con una especie de hasta luego.
pero no volveré a verlo con vida.
mi hija se ha despedido de él.
el pequeño perderá los recuerdos.
y supongo que la vida sigue.
voy a recoger mi casa.
el mundo se me ha caído encima al salir de la habitación donde lo he dejado, está en un estado de semi conciencia, no puede hablarnos, pero nos oye, nos siente, lo cogemos de la mano y no quiere que lo soltemos.
tiene miedo.
se siente solo.
no puede decirnos nada.
y yo me he marchado de allí diciéndole que más tarde nos veíamos.
y he salido por esa puta puerta sabiendo que era mentira, que ya no volveré a verlo con vida, que me llamará mi madre esta noche, o mañana, o quizá pasado para decirme que ya.
y es lo que hay.
me siento desamparada.
lamento que sientas dolor, maja, pero aunque fuertes, somos humanos.
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