No sé cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que te vi.
Demasiado, posiblemente.
Así es cómo comenzaría a emborronar esta hoja en blanco si fuera destinada a la estafeta. Pero no deseo (me faltan palabras) hacerlo. No quiero (sé) decirlo de tú a tú.
Tantas y tantas cosas nos habíamos dicho; tantas y tantas veces.
Hace unos meses le dejé aquí colgada una carta. Odiándola y maldiciendo su nombre. Ha habido en estos años motivos y silencios suficientes para ello.
Achaqué esos momentos y todos los silencios a la desidia y a terceras personas, siempre desde la distancia y el desconocimiento que produce no saber.
Éramos hermanas.
Éramos, es una dura palabra.
Hoy, años después, te he visto, y tu cuerpo y tu alma están enfermas.
Continuaría así, con un primer momento real desde hace una década.
Casi diez años de mentiras y despropósitos.
De no saber, de ignorar qué estaba pasando. Y hoy tampoco lo sé, pero descubrí tras ver su rostro y su mirada perdida, que yo, he estado equivocada.
Hoy quisiera que alguno de todos aquellos que me negaron la verdad y me ocultaron con falacias y silencios lo que estaba ocurriendo se sentara al lado mío y me contara lo que ha ocurrido.
Porqué motivo sus ojos no miran al frente y escapan huidizos, porqué aparecen borrosos entre las tinieblas, porque su mente se dispersa entre sonidos que únicamente habitan allí, porqué vive aquí y no mora en ningún lugar.
Ha pasado casi una década y hoy, me encontré de casualidad con un atisbo de locura en su mirada.
Pienso, desearía no haberlo visto.
No es cierto, desconozco la verdad pero ahora sé que existe una mentira.
Te he culpado durante años y, estaba equivocada.
Le pediría perdón, supongo.
No sé que es lo que le diría hoy. Hoy que me encuentro en ese pasillo extraño de la incertidumbre, no sé qué o a quien he de preguntar.
Existe un vacío, un enorme vacío que no puedo saltar.
Sólo sé que no he dejado de quererla y que todo mi odio no era más que los fragmentos de mi propio dolor.
3 comentarios:
Ya es algo grande lo que sí sabes.
Un buen inicio para lograr entender todo lo que queda por entender, para recuperar lo que se pueda recuperar y para construir todo lo nuevo que se pueda construir, esta vez, juntas.
un beso, que pases feliz fin de semana.
Qué se puede decir a esto? el mundo está lleno de gente que sólo desambula por él como insomnes... el dolor es bueno porque nos recuerda que estamos vivos...
besos de lobo
continuo sin palabras...
gracias por estar ahí.
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