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Por cierto, todas las imágenes, exceptuando mi careto que es el que mi madre me dio en su día, han sido sustraídas y robadas del mundo virtual de modo legal, por lo menos eso es lo que afirmaré delante del juez.
Es broma.
Si alguna de ellas tuviera copy raid y casualmente eres el propietario de tal derecho y de la imagen, por ahí abajo está mi correo, me lo dices, te la devuelvo, y tan amigos.

Por otro lado, todos los textos de este blog son míos, si apareciera la pluma de otro, lo haría con su firma. Siempre.
Si te llevas alguno, cita y enlaza, no me importa que compartas, pero que yo no me entere de que te lo has apropiado.
Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

19 mayo 2008

los patucos de manolita

Manolita me ha hecho unos patucos naranjas y verdes, a ganchillo, para no tener frío en los pies cuando duermas, me dice; como no tenía dinero para la lana, ha desecho un cojín que estaba harta de ver. Con la lana que le ha sobrado, ha hecho otros para mi hija. ¿le vendrán bien a la niña? Me preguntaba mientras nos tomábamos el café y las pastitas, cuando acabes, iremos al huerto y te cojes unas habas.
Manolita es parte de mi trabajo, a su casa voy los lunes de 10 a 12, le ayudo con su faena diaria, hablamos, vamos de paseo, probamos el teléfono de teleasistencia… pronto cumplirá los 87, vive sola desde que su marido murió y no tiene hijos, una hermana menor y una vecina son las que más o menos van controlando el día a día de Manolita. Pero vive sola.

Juan estaba hoy despistado, ha ido a comprar y se le ha olvidado el aceite, ¿cómo freirás las patatas? ¿vuelvo al pueblo? No, Juan, no se preocupe, ya nos apañamos con el que queda en la aceitera, apúntese, eso sí, que mañana tiene que comprarlo, yo me apaño con lo que hay.
A Juan le he preparado hoy una tortilla de patatas para que esta noche cene, y salchichas con tomate, y un cocido de garbanzos con lo que he podido encontrar por esa nevera siempre más vacía que llena, también vive solo desde que su mujer falleció.
Juan siempre me cuenta las mismas cosas y siempre en el mismo orden, su memoria se estancó un día en unos pocos recuerdos con los que vivir y con ellos va tirando. El próximo día seis de junio cumplirá 80.
Tiene un hijo, pero vive solo.

Nono y Nona viven solos, ella es mayor que él 9 años, por cierto, tal día como hoy hace 89 años nació, luego la llamo que hoy no he ido a verlos.
Discuten con esa gracia que tiene el llevar mas de 50 años con la misma persona, ese saber que le pica y como chinchar.
Hablan los dos a la vez e intentan acaparar tu atención. Que si no me saca, que si no me lleva, que si es que no quiere ir, que si… ¿un cafelillo, guapa? Nono había estudiado para electricista, y después trabajó en una fábrica haciendo botellas de cristal, se casó con Nona después de enviudar de su primera mujer que murió en el parto de su única hija, no se hablan desde hace mil años. Nona recuerda cuando se iba a trabajar de noche para llegar a las 6 de la mañana, ahora las piernas no la llevan a ninguna parte, Nono le prepara su desayuno y le pregunta que quiere comer ese día.
Pero están solos.

Cuando yo tenga 60 años, quiero estar la mitad de guapa que Montserrat con 79.
¿te han agarrado las plantas? Me pregunta mientras subimos las escaleras que llevan a los dormitorios, luego me explica que su hija quiere que se vaya a vivir con ella, pero es que vive en America, dice con cara de espanto, eso está muy lejos, se reafirma en su negativa de abandonar su casa, sus recuerdos y su vida. En esta casa murió mi madre, mi hermano y mi marido… no voy a irme a ningún lado. Yo sonrío ¿ya se ha organizado las visitas al médico de este mes? Sí, siempre es sí, ni un error que la conduzca a America; sale a pasear con una vecina, viven en el culo del mundo a 500 metros sobre el nivel del mar, al pie de una montaña impresionante… es bonito ¿verdad? Y habla, habla, habla… ¿cuando vuelves?
Está sola.

Simón no se casó nunca, en las fotos que cuelgan de la pared de su comedor se descubre un hombre guapo, Simón fue muy guapo, pero Simón ronda ya los 90 y no solo su rostro ha envejecido. Por las mañanas se pone su boina, pilla su bastón y se va a ver a la Neus, una vecina de más o menos su misma edad, que también vive sola, enfrente. Todos los días pasa a ver si está bien, no importa que le duela la pierna, o que ese día se haya levantado más cojo de lo habitual: Neus vive sola y hay que ir a ver como está.
En invierno enciende su hogar y se sienta al lado, las horas caen unas encima de otras, cuando hablas con él, suele comenzar las frases así: “mi padre…”


Manolita me hace patucos.
Monserrat me regala flores.
Nono y Nona me preparan el café cuando llego.

Eso son las cosas materiales que me dan.

Pero todos ellos, y otros que hoy no nombro, me regalan siempre bondad, agradecimiento, experiencia, sonrisas, ternura.
Ellos no lo saben.
“Gracias” me dicen cuando me voy, “a usted” y por un instante, me miran confundidos porque no saben de lo que les hablo. Ellos agradecen mi compañía y mi ayuda y son completamente inconscientes de lo que ellos dan a cambio: una única visión de la vida al completo, desnuda y sobre la mesa.

Gracias.







9 comentarios:

Melmoth el Neuromante dijo...

Pese a que toda mi vida, y especialmente los últimos años, no he soportado a los ancianos, debo decir que tu relato me conmovió.

Casi casi que me cayeron bien por un rato :)

aspid dijo...

tarde o temprano, tu tambien seras un anciano.
deja que alguien, entonces, te de las gracias.

;-)

Germán R. (personare) dijo...

No hace falta llegar a viejos para darse cuenta de la única verdad: que todos estamos solos.

Mary Lovecraft dijo...

Qué bonito Ana, gracias por compartir este trocito de tu vida.

Y bueno, yo, en contra de Melmoth (que de todo ha de haber en la vida) amo a los abueletes. Siempre ejercieron sobre mí un embrujo especial, tener cerca a una persona que contiene toda una vida y cómo es capaz de derramarla a la que le prestas siquiera un poquito de antención, no tiene precio. Me da igual lo que cuenten, me fijo en lo que hay más allá y me hacen feliz con una sola sonrisa que les pueda sacar.
Que los haya cabroncetes, y mucho, también pero el que es bueno es un trozo de pan...como a cualquier edad, ¿no?. Y es que al final, yo siempre me intento quedar con lo que de bueno tienen como personas y me llevo de regalo su experiencia.

un besazo guapa :)

Unknown dijo...

(He llegado... y no creo que me vaya)

Me has hecho pensar en mi abuela... mi abuela que vive sola, pero acompañada... pero sóla al fin y al cabo. Me has hecho sentir mal por no ir a visitarla más.


Un beso.

Shera dijo...

Es un gusto ver a gente hablar así de las personas mayores. Parte de mi trabajo es con mayores y me aportan mucho, creo que una parte de mi es egoista, porque me dan más de lo que yo les doy.
Nos leemos.

Shera dijo...

Ah!!! Y cambiame de lista que ya he llegado.
Bss

aspid dijo...

:)

Anónimo dijo...

No es lo que vives, sino cómolo cuentas, consigues hacer de algo rutinario y para muchas personas "un coñazo", una historia bonita y enternecedora. Si tienes esa visión de "casi" todo en tu vida, sí que sabes disfrutarla.
Un besico.


Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
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