De un tiempo a esta parte me atiende su contestador, que por otro lado, es mucho más educado y amable que él, por lo menos me comunica que no va a hablar conmigo –cosa que él no se digna a hacer- la maquinita no me especifica los motivos, acabáramos, pero me dice que si quiero dejarle un recado lo haga después de la señal.
La señal es un piiiiiiiiiiiiiii chirriante, que ya podía ser una canción de los Pecos, que por lo menos tenían ritmo.
Pero no, la señal es tan sosa como él.
O como su enfado.
Yo cuando me enfado, me enfado, y además pongo cara de enfadada, se me hinchan las venas del cuello y todo (bueno, no, eso no es cierto, era por darle más énfasis) y entonces digo por esta boquita todo lo que me molesta, que puede ser acertado o no, pero son los motivos que tengo en ese momento para mentar a la madre de alguno/a. entonces, suele pasar que la persona hacia donde van dirigidas mis quejas y/o rebotes, me contesta, pudiendo suceder así dos cosas: la primera que aclaremos lo sucedido, o la segunda, que acabemos de sacarnos los ojos.
No he hecho balance sobre como suelen acabar este tipo de cuitas, supongo que irán a pachas, aquello de hoy por ti, mañana por mí, hoy sin mí, mañana sin ti.
Esas cosas.
Volviendo al contestador, creo que un día de estos me voy a poner a hablar con él, con ella, perdón, como decía, la maquinita tiene voz femenina, es de esas que vienen con la compañía, “su tabaco, gracias”, pues lo mismo, pero aplicado a la telefonía móvil.
Que esto lo hacen francamente mal, porque yo entiendo que si la señorita de vodafonne es tan simpática conmigo, será porque el usuario que le paga a su empresa querrá que ella se comporte así cuando yo llame.
En caso de que no sea de este modo, no sería más sencillo que la maquina de los cojones al ver mi número reflejado, me contestara algo del tipo: la madre que te parió, ¿otra vez? ¿no sabes que no te lo va a coger? Peazo berza, que eres una peazo berza.
Entonces yo, que para mis cosas, soy medio mema, encuentro una hostilidad presente en las palabras y el tono, con lo cual entiendo que el enfado va más allá de un simple cabreillo, que es en serio y que el está al otro lado del móvil, mirando despectivo al pobre aparato –que por otro lado no tiene culpa ninguna de que lo mire así- no quiere hablar conmigo y así se lo ha contado, con lo cual, el teléfono me escupe directamente antes de que lo arroje por la ventana más cercana mientras grita “por esa noooooooo que está cerrada”
Porque lo que puede pasar entonces es que la siguiente vez que yo llame, el pobre telefonillo que me atiende, no me diga que me atiende el contestador, si no que está fuera de cobertura.
Ya me dirás como adivino yo que la cobertura la tiene desparramada, cable arriba y chip abajo, estrellado contra el suelo del comedor.
¿No sería también más sencillo dado el caso, que se me comunicase la incidencia?
Porque imagina tú, que entre las cosas desparramadas esté, que estará seguro, la tarjeta del cacharro, y casualmente por la vivienda se esté pasando el aspirador, y va y se la traga.
Y se jodió el invento, hala, teléfono nuevo.
¿Qué pasa entonces? Pasa que yo me quedo sin un número donde localizar a mi enfadado particular y favorito, entonces no puedo llamar al contestador que me atiende normalmente, y yo, sinceramente, ya he creado un vínculo con esa señorita tan amable.
¿debo dejar que la inconsciencia de mi “no te cojo el tlf por que no me sale los cojones”, influya en la relación tan estrecha que mantenemos su contestador y yo?
Yo creo, sinceramente que no, y que él es parte responsable de que nos hayamos hecho tan amigas, con lo cual, que ahora quiera meterse en medio de esta, nuestra relación, es un acto más que bajo, ruin.
Coño, que hable con su contestador, que le explique, que el contestador me diga. Pero que no lo mate, que no tiene ninguna culpa.
Ya me dirás tú.
En fin, cualquier cosa, cómo me ralle, un día de estos llamo al fijo, a ver si el contestador de su casa es tan educado como lo es el suicida.
La señal es un piiiiiiiiiiiiiii chirriante, que ya podía ser una canción de los Pecos, que por lo menos tenían ritmo.
Pero no, la señal es tan sosa como él.
O como su enfado.
Yo cuando me enfado, me enfado, y además pongo cara de enfadada, se me hinchan las venas del cuello y todo (bueno, no, eso no es cierto, era por darle más énfasis) y entonces digo por esta boquita todo lo que me molesta, que puede ser acertado o no, pero son los motivos que tengo en ese momento para mentar a la madre de alguno/a. entonces, suele pasar que la persona hacia donde van dirigidas mis quejas y/o rebotes, me contesta, pudiendo suceder así dos cosas: la primera que aclaremos lo sucedido, o la segunda, que acabemos de sacarnos los ojos.
No he hecho balance sobre como suelen acabar este tipo de cuitas, supongo que irán a pachas, aquello de hoy por ti, mañana por mí, hoy sin mí, mañana sin ti.
Esas cosas.
Volviendo al contestador, creo que un día de estos me voy a poner a hablar con él, con ella, perdón, como decía, la maquinita tiene voz femenina, es de esas que vienen con la compañía, “su tabaco, gracias”, pues lo mismo, pero aplicado a la telefonía móvil.
Que esto lo hacen francamente mal, porque yo entiendo que si la señorita de vodafonne es tan simpática conmigo, será porque el usuario que le paga a su empresa querrá que ella se comporte así cuando yo llame.
En caso de que no sea de este modo, no sería más sencillo que la maquina de los cojones al ver mi número reflejado, me contestara algo del tipo: la madre que te parió, ¿otra vez? ¿no sabes que no te lo va a coger? Peazo berza, que eres una peazo berza.
Entonces yo, que para mis cosas, soy medio mema, encuentro una hostilidad presente en las palabras y el tono, con lo cual entiendo que el enfado va más allá de un simple cabreillo, que es en serio y que el está al otro lado del móvil, mirando despectivo al pobre aparato –que por otro lado no tiene culpa ninguna de que lo mire así- no quiere hablar conmigo y así se lo ha contado, con lo cual, el teléfono me escupe directamente antes de que lo arroje por la ventana más cercana mientras grita “por esa noooooooo que está cerrada”
Porque lo que puede pasar entonces es que la siguiente vez que yo llame, el pobre telefonillo que me atiende, no me diga que me atiende el contestador, si no que está fuera de cobertura.
Ya me dirás como adivino yo que la cobertura la tiene desparramada, cable arriba y chip abajo, estrellado contra el suelo del comedor.
¿No sería también más sencillo dado el caso, que se me comunicase la incidencia?
Porque imagina tú, que entre las cosas desparramadas esté, que estará seguro, la tarjeta del cacharro, y casualmente por la vivienda se esté pasando el aspirador, y va y se la traga.
Y se jodió el invento, hala, teléfono nuevo.
¿Qué pasa entonces? Pasa que yo me quedo sin un número donde localizar a mi enfadado particular y favorito, entonces no puedo llamar al contestador que me atiende normalmente, y yo, sinceramente, ya he creado un vínculo con esa señorita tan amable.
¿debo dejar que la inconsciencia de mi “no te cojo el tlf por que no me sale los cojones”, influya en la relación tan estrecha que mantenemos su contestador y yo?
Yo creo, sinceramente que no, y que él es parte responsable de que nos hayamos hecho tan amigas, con lo cual, que ahora quiera meterse en medio de esta, nuestra relación, es un acto más que bajo, ruin.
Coño, que hable con su contestador, que le explique, que el contestador me diga. Pero que no lo mate, que no tiene ninguna culpa.
Ya me dirás tú.
En fin, cualquier cosa, cómo me ralle, un día de estos llamo al fijo, a ver si el contestador de su casa es tan educado como lo es el suicida.
imagen retrospectiva de mi amigo contestador antes de su primer y último vuelo.
2 comentarios:
jaja! me parto con tus ralladas!
llama al fijo, llama, y ya nos cuentas con él qué tal :P
¿con el enfadado, o con el contestador? :P
¿en serio? me da palo ¿te imaginas que el contestador de su casa esté personalizado? :S
que miedo.
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