hace algo más de un año, medio frustrada como suelo andar yo por el mundo, escribí esto:
“Nace allá por el año 1971, en otoño y en casa pobre de tierras catalanas. Desde que aparecen sus primeras inquietudes literarias, ha demostrado una sutil facilidad para embrollar las frases más simples, consiguiendo de este modo la extraña comprensión de tan sólo unos pocos elegidos.
El hecho de haber ganado su primer concurso literario a la edad de once años y no haber pillado jamás un reintegro de la misma, la hizo crecer creyendo en la suerte aleatoria y la disciplina, convirtiéndose así, en poetisa autodidacta y creadora de versátiles textos.
Doctorada en billar, pumba y juegos de magia, no logró acabar sus estudios ni en bellas artes, ni en el instituto. Realizó sin embargo, un master sobre “hippie forever” en la universidad autónoma de “pon el dedo en la dirección qué quieras ir…” cursos de refuerzo tales como “…y sonríe” o “no se pide, se pasa, que rule” obteniendo las notas más altas de su promoción”
Somos lo que somos ¿verdad? Y el mundo está hecho para los valientes. Por eso tengo mi espacio ¿Por qué soy valiente? Porque soy quien soy.
Escribir nunca me dará de comer y sin embargo, ni dejaré de comer, ni renunciaré a escribir.
Hoy me he puesto a buscarlo, porque necesitaba leer esa última frase que he copiado.
"escribir nunca me dará de comer y sin embargo, ni dejaré de comer, ni renunciaré a escribir."
Esto, evidentemente, está relacionado con el hilo anterior, con el concurso, -s-y sobre todo, con la línea deprimente, que parece ser llevo desde la muerte de mi padre, como hilo de vida.
Y creo que ha llegado el momento de mover el jodido culo y replantearme de una vez qué coño quiero hacer con ella.
Mi CV, sigue siendo de andar por casa, no, en este último año, no me he convertido en filóloga, ni en catedrática, escribo tal cual, cuando lo hago, y he aprendido bien poco.
Pero que me da lo mismo.
No voy a decir que me comeré el mundo, ese cabrón ya me enseñó hace mucho que si le vacilas te arranca las orejas a bocaos.
pero... que se joda.
5 comentarios:
Bien dicho, es que como soy tu nueva lectora y poco a poco voy conociéndote, me había mosqueado.
jajjaajjaj.
pues nada, si te quedas, ya te acostumbrarás.
;-)
Una duda, que se acaba el puente:
Los columpios que han puesto en La Mierda... ¿serán de los de la época de Franco, puro metal y llenos de arístas para que los niños se endurezcan en las emociones como auténticos oficiales de las SS? ¿O son, por el contrario, de democrático caucho y redondeados afrancesadamente en todas sus zonas?
Es que me pregunto si ha triunfado en todos los ordenes el ablandengamiento corporal del personal desde la infancia, vaya. Del mental, ya da fe la cuestión de Belén Esteban, pompas y obras.
¿Dónde habrá quedado el aprendizaje infantil en que se suele basar la supervivencia del primate? Diluído hacia campañas electorales pro-corruptos, quizá.
Y dicho el dislate, no se me preocupe Vd. de currículums. Al final, lo que cuenta son los amigos que uno tenga... o el Carnet del Partido.
En fin. ¿Será que algunos paises dan una pena comparable a la de La Mierda? Pues eso. Felices las madres (con los blandi-columpios, supongo), felices todos.
Cordioparabienes.
los columpios que han puesto son...
son...
Ais inci, no sé, cuando llegue y lo vea, me vuelvo y te lo cuento :P
besos.
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