Imaginemos que esto es un cuento y que hablamos de las cosas como si no fueran con nosotros; una ventana y una mirada, un silencio atronador.
todo eso.
Érase una vez, [no no no, no fue una, fueron muchas, tantas que se perdieron las cuentas, y por eso hoy escribo, -o intento escribir-, con intención de que no se note demasiado, de que sigo siendo idiota.] que se era. [que lo soy]
Érase muchas veces, una ventana, una mirada y un silencio atronador.
Escribía Becquer que por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, y apostillaba Rosendo, ¡que desilusión! (es sólo una canción) pero la mirada, el mundo, la sonrisa y el cielo -y el cuento de
¿Qué no?
Hoy escribiría un poema, de aquellos de los de antes ¿yo? No, yo no, la del cuento imaginario -que una vez fue poeta-, casi no la recuerdo, tal vez se fue.
O se fueron los motivos de su pluma, que total.
Pero escribiría un poema, y recordaría su nombre, hasta se atrevería a escribirlo. -para que tú, impertinente como sólo tú sabes ser, te regocijaras en su tristeza-.
Porque es tristeza lo que siento ¿Sabes?
tristeza cuando recuerdo
y tristeza cuando te olvido.
Y ese maldito silencio, -respetable-, dentro y fuera del cuento. –por supuesto-
Debería dejar de llover; estas líneas jamás habrían sido.
Érase infinitas veces una gota de agua que moldea la roca, y, el tiempo, distendido.
Tristeza cuando te omito, eso me dejaste, un enorme rincón vacío.
Hoy voy a añorarte, porque quiero recordar,
sin permiso, sin conciencia,
hoy voy a fundir mi alma en el silencio,
lejos de todo, cerca de ti.
Érase una vez y otra, el lobo, que vino invitado a comer, y se comió las entrañas y las vísceras del alma, el poema, su inocencia y mis ganas. Nada dejó en la mesa.
Ya ves.
O tal vez, érase que se era hace mucho muchíííísimo tiempo, una letra que engarzaba con otra y se anillaba entre su pelo y, le contaba al viento que siempre estaría allí.
Que falaz.
O quizá, érase que nunca fue, y por ello
¿Beneficio de la duda?
¡JA!
Y colorín colorado, el boceto de Nostalgia se ha acabado, y la esperanza es, -según Maki Navaja- esa Puta que va vestida de verde.
Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, se acabó el minuto para recordar.
hala, a otra cosa que es p'ayer.
4 comentarios:
Aysss, guapa. Cómo se te da de bien esto de las palabras.
Desde luego que una mirada, una ventana y un silencio atronador no es más que sinónimo de tristeza a no ser que la que miras seas tú y trás de tí haya alguien que le hace compañía a tu corazón.
Un besote.
gracias elektra.
moñas que estoy, el agua (la lluvia) que me deja hechita una piltrafilla.
pero un minuto solo, eh, que no hay tiempo pa más ;-)
besos.
¡Y es tan bello ver llover, aunque nos produzca esos momentos!
hombre Paco bien hallado, ¿donde te metes compañero? si no fuera porque te veo actualizar y te leo, diría que te han abducido :P
besos desde la lluvia...
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