El inexorable paso del tiempo.
Hoy es mi cumpleaños, felicidades, tal y tal, esas cosas.
Lo cierto es que empiezan a pesarme, ya no me gusta cumplir años; ni tengo tantos, ni es la crisis de los cuarenta, es sólo que ya no me apetece cumplir más, de hecho, hace cinco me hubiera parado en 33 y a la mierda, quien quiera más, para él.
Se me hace cuesta arriba pensar que hace 19 tenía 19, que puedo recordar cosas que sucedieron hace treinta, que muy posiblemente ya haya vivido la mitad de mi vida, o que simplemente, dentro de treinta y ocho más ya no pueda valerme por mí misma.
Se me está empezando a quedar corta una vida, quisiera unas cuantas más, el cielo tampoco me lo estoy ganando, así que sólo me queda morirme y, que coño, tampoco quiero hacerlo, ni mañana, ni cuando me toque. Sea cuando sea.
¿A dónde vas cuando te mueres?
A esa pregunta infantil y no a otra, sería a la que yo quisiera poder cambiarle la respuesta, pero ofreciéndole una respuesta fidedigna, y, sobre todo, real.
Cambias de dimensión, por ejemplo, vas a otro lugar donde nada ha cambiado y todo continua igual de donde lo dejaste, sin saber si quiera que lo hiciste.
Vives allí desde entonces y hasta que vuelves a cambiar de lugar.
Esa respuesta me valdría, sería no dejar nunca nada atrás; los planes futuros y la gente que amas seguirían allí para siempre.
Pero no, te mueres y se te comen los gusanos, en el mejor de los casos te pegan fuego, contaminas un poco más el planeta y no queda ni rastro de ti, ni de lo que fuiste.
Y todo aquello que deseabas hacer, se queda sin terminar.
No sé que perra tenemos con celebrar los cumpleaños.
En no recuerdo que parte de este planeta, cumplir años no es motivo de alegría, sencillamente porque significa que te quedan trescientos sesenta y cinco días menos para terminar tu viaje.
Así que eso: 25 de octubre, comienzo una nueva cuenta atrás.
10 comentarios:
Pues nada, primero, muchas felicidades; segundo, bienvenida de nuevo. Espero que la casa se haya quedado toda en orden.
El planteamiento que cada uno podamos hacer ante la edad es, evidentemente,algo muy particular y, en cualquier caso, respetable. A mí, me gusta cumplir años, porque, de lo contrario, mal me iría (o, si no mal, digamos que "distinto"). Yo tengo un tío con 95 años y con una claridad de mente envidiable que cuando me felicita cada año y me pregunta por los años que cumplo, siempre me responde: "ésos los cumple cualquiera". Y cuando soy yo quien le felicito, me dice: "Bueno, que me apunto a que me felicites también el año que viene". Lo único de lo que se "queja" es de que, "ya no puedo con los calcetines". Sin embargo, sigue siendo un ávido lector y escuchando música clásica (una de sus debilidades, asiduamente).
En fin, que como esto de la vida es como es y no hay forma de cambiarlo, aprovechémosla mientras cumplimos años. Y, por qué no, que el hacerlo sirva de excusa aunque sólo sea para tomar una copa con los amigos y desafinar un poco mientras apagamos unas velas (aunque sea en sentido figurado).
Un abrazo.
Pues mira tú. Eres un año más chica que yo, así que ya de entrada te envidio sólo cumplir 38. Y si te sirve verlo de otra manera, yo lo que celebro es que aguanté otro año enterito y se lo gané a la parca. ¿Bien o mal aprovechado? Depende de cómo me sienta, pero de que lo sobreviví no hay duda.
Así que, gústete o no. Un gran abrazo guapa. Y nos seguimos viendo por estos medios. Ah, deja que te diga que te envidié el post de la casa naranja y gris. Por la casa, obviamente. ;)
No sé por qué la gente se felicita al cumplir años. Pero sí sé que ese día se aparece un poco la parca y se aparece también toda esa culpa que nuestros padres nos inculcaron y que les inculcaron a ellos sus padres y a ellos los suyos desde no sé cuándo; pero que cargamos como una maldición cuando no ponemos una rayita, un hasta aquí.
Yo te felicito por lo que quieres, por tu casa recién arreglada, por este tu blog y los pedacitos de alma que en él vas dejando; quizás te felicite porque este año que se ha añadido a tu haber te ha permitido ser una año más sabia.
Para dejar esas preguntas inquietas e inútiles a un lado, a mis amigos les comento que me ha dado resultado creer de verdad en lo que un día le dije a uno de ellos cuando me preguntó cómo es que me imaginaba físicamente a Jesús. No me importa le dije, ese señor, su padre y toda su familia no me importan. Y desde entonces tanto él como mi cabeza y mi corazón dejaron de importunarme con esa trivia.
¡Felicidades por estar de vuelta!
Por cierto, si te molesta celebrar cumpleaños haz como mi tía: se quedó alrededor de los 27. Como unas 40 vueltas alrededor. ;)
¡Feliz lunes, Bastet!
Un beso fuerte
Entre tanta reflexión filosófica, a mi sólo me han quedado ganas de decir:
Feliz noche buena, hermosa.
Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaack
Exactamente.
De nuevo: felicidades!!
Vamos, vamos, LiVertaria.
Piensa que, por tu cumpleaños, siempre pueden regalarte un tecno-juguete nuevo para tus músicas. O un viaje de esos liberador-del-mocho que tanto gustan. O, incluso, algo tan valioso como recordarte alguno de los motivos por los que merece la pena vivir esta vida tan deprimente (a veces, claro).
Aunque siempre puedes darle la vuelta al tiempo: "¿Qué me habría perdido si no hubiese vivido ese lapso, desde mi anterior cumpleaños al de ahora?". En mi caso, con hacerme esa pregunta basta y sobra para que las canas no importen nada últimamente. :)
Y lo de dónde vamos al morirnos, da un poco igual. Al menos, allí no se pagan impuestos. ¿No es ya algo?
En cualquier caso, he aquí el regalo-Web del anónimo. Sé yo que despertará tus nostalgias de tiempos pasados. Pero también lo puedes disfrutar ahora mismo. ¿Verdad?
HappyCumple, pues. :)
Hola,
...Pues nada, a "descumplir" años. Quien sabe? Igual dentro de 19 años por 2 tienes 38 años menos, incluso puede que tan sólo te queden "taitantos" para volver a nacer...que lio! : )
Te "desfelicito" por cumplir un año menos : )
Abrazos
muchas gracias a todos/as.
y besos, por supuesto ;-)
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