entre mis poemas, de vez en cuando, o tal vez más a menudo de lo que pretendo, se me escapan palabras tales como "verde" o "yermo"; la referencia va dirigida al campo, evidentemente, o, no tan evidente, al estado de mi corazón en ese momento.
soy de la creencia que las palabras llegan a una; y, una, las adopta o no, dependiendo del momento en en cual aparecen, o a través del significado que conllevan entonces.
si entre mis poemas se pueden encontrar "parajes", es porque entre mis viejas notas mentales se hayan las ovejas que los recorrieron.
esquemas del tipo:
dia seis de noviembre 1997, 3 ovejas paridas = 4 corderos.
dia siete de noviembre 1997, 4 ovejas, 4 corderos...
la suma total de paridas y naciedos en el mes de... es de ...
una reseña final donde cita que murieron tres corderos, sin detalles. si murió alguna madre aparece el motivo y el número de crotal que la identificaba en la explotación.
entre los esquemas numéricos diseñados en columna, ocasionalmente, lo que se puede leer es esto:
1C= 1C.
1C, es una cabra parida, el siguiente número la cantidad de cabritos nacidos vivos.
las cabras, las mías, tenían cada una de modo individual, su ficha técnica, a razón de algo más de una treintena, se las identificaba por su nombre, y en sus datos podías encontrar la fecha de nacimiento, la raza, el calendario de vacunaciones que seguían, el número de partos, cómo habían sido, los detalles del braguero con el que amamantaban...
pocas de ellas estaban identificadas por crotal, eran cabras, digamosles... fantasmas, porque a efectos, jamás habían nacido, ni para la CEE, ni para lla santa madre iglesia, pero, como a ellas les daba igual, y a mí, lo mismo, nunca discutimos por ello.
casi 500 cabezas de ganado ocupaban lo que un día fue el corral y más tarde, los escombros.
mi alma necesitó de aquellos escombros (20 de junio de 2003) para cerrar una etapa emocional.
pero no quiero dispersarme; vuelvo a las ovejas y las palabras.
mi hija se crió entre pacas de paja, granos de cebada, abrebaderos y olor a lana.
perdimos todas las cosas materiales, desde la primera oveja mora, hasta el último cordero rasco.
para los no puestos en el tema: los rascos son los corderos del anuncio del norit, esos de lana cortita y rizada.
muy monos, sí, pero cuando nacen en invierno, son los primeros en coger una neumonía debido a la particularidad de su lana. por contra, tambien son más fibrosos y musculados, su carne es más prieta y pesan más en menos tiempo.
por eso, si vamos a comer cordero, deja que elija yo.
no compres cordero a cuartos: no sabes lo que compras.
pide media canal.
un cordero sacrificado y limpio, pesa la mitad de lo que pesaba vivo. busca entonces media canal de no más de 5.500kg. porque si pasa de seis, la canal completa hacia más de doce, con lo cual en vivo, pasaba de veinticuatro.
un cordero macho de 26 kg, huele a macho cuando te lo comes ¿quieres eso en tu mesa?
elige una hembra.
si tienes suerte, podrás ver las criadillas colgando, y si no, pues te lo miras un poco mejor porque puedes saber alli mismo, en la tienda, si el bicho era macho o hembra.
las hembras acumulan la grasa, para que nos entendamos, en la entrepierna.
los machos en el costillaje.
hablando de costillaje... desconfia del que tenga las puntas cortadas, no es cordero, o por lo menos, no es lechal: pasaba el enrase.
dejemos la carne y volvamos a la lana: el olor a lana se impregna y perdura en el tiempo. hace unos días volvió a mí a través de un saco que había sido amontonado junto a otros sacos y guardado en un bidón.
"el olor a tierra mojada..."
muchas de las veces, en mis poemas, aparecen las imagenes y las sensaciones que me procuraron las ovejas. quien hay leído algunos de mis poemas, quizá ahora mismo piense que no es así.
las imagenes de los montes, del ganado, la cercanía a la muerte, el olor a sangre que da vida ¿viste nacer un cordero? yo he tenido que insuflarles aire en sus pulmones, desde los míos, asistir partos difíciles, escayolar patas rotas, coser heridas, cortar colas, esquilarlas, reseñar orejas, medicarlas, emparejar corderos perdidos, criarlos a biberon, decidir cual se quedá y cual se va...
el ganado se mete en la sangre.
por eso hoy, años después y volviendo la vista atras, con un saco impregnado con el olor del pasado trasladándome en el tiempo, soy incapaz de recordar todas aquellas palabras que tuve que oir, coy completamente incapaz de recordar todas las heridas que me hicieron, he olvidado motivos y escenas, hechos y causas humanas.
las palabras que recuerdo cuando veo, siento y digo "oveja", son las emociones que impusieron ellas en mi vida pasada.
la percepción de la vida cambia, el significado de la misma, también.
el contacto perdura, como su olor, guardado en un bidón, dentro de mi memoria.
y los parajes relatados en mis poemas, son las esquirlas del pasado, que siguen, como sus cencerros, repiqueteando en mi corazón.
grandes talacas para oírlas desde lejos.
pequeñas esquillas que recuerdan gemelares.
...
hay cosas indescriptibles, escribo esto desde el gorgeo de los pájaros y un lejano cuco que no calla.
no aparecen dentro de mis poemas palabras tales como "raza rasa aragonesa" y sin embargo podría dibujar su perfil con los ojos cerrados.
y si cierro los ojos, puedo recordar su olor.
y si lo siento... !que me maldigan ahora mismo desde el infierno, porque voy a dejarme arrastrar por el y tornar alli!
a los verdes campos y a los campos yermos.
a la vida y a la muerte.
lejos, muy lejos, dentro de las tardes silenciosas donde el rebaño pacía tranquilamente en la era, con un ladrar solitario y austero de fondo... el sonido rítmico del rebaño que se desplaza lentamente: un paso, tres bocados, otro paso más.
y allí, cuando todo esto fue presente, pude aprender que las palabras tiene forma -como las nubes- que se trasforman en emociones, que estas son imperecederas y que escribir "verde" o "yermo", puede ser, simplemente, sinónimo de felicidad.
soy de la creencia que las palabras llegan a una; y, una, las adopta o no, dependiendo del momento en en cual aparecen, o a través del significado que conllevan entonces.
si entre mis poemas se pueden encontrar "parajes", es porque entre mis viejas notas mentales se hayan las ovejas que los recorrieron.
esquemas del tipo:
dia seis de noviembre 1997, 3 ovejas paridas = 4 corderos.
dia siete de noviembre 1997, 4 ovejas, 4 corderos...
la suma total de paridas y naciedos en el mes de... es de ...
una reseña final donde cita que murieron tres corderos, sin detalles. si murió alguna madre aparece el motivo y el número de crotal que la identificaba en la explotación.
entre los esquemas numéricos diseñados en columna, ocasionalmente, lo que se puede leer es esto:
1C= 1C.
1C, es una cabra parida, el siguiente número la cantidad de cabritos nacidos vivos.
las cabras, las mías, tenían cada una de modo individual, su ficha técnica, a razón de algo más de una treintena, se las identificaba por su nombre, y en sus datos podías encontrar la fecha de nacimiento, la raza, el calendario de vacunaciones que seguían, el número de partos, cómo habían sido, los detalles del braguero con el que amamantaban...
pocas de ellas estaban identificadas por crotal, eran cabras, digamosles... fantasmas, porque a efectos, jamás habían nacido, ni para la CEE, ni para lla santa madre iglesia, pero, como a ellas les daba igual, y a mí, lo mismo, nunca discutimos por ello.
casi 500 cabezas de ganado ocupaban lo que un día fue el corral y más tarde, los escombros.
mi alma necesitó de aquellos escombros (20 de junio de 2003) para cerrar una etapa emocional.
pero no quiero dispersarme; vuelvo a las ovejas y las palabras.
mi hija se crió entre pacas de paja, granos de cebada, abrebaderos y olor a lana.
perdimos todas las cosas materiales, desde la primera oveja mora, hasta el último cordero rasco.
para los no puestos en el tema: los rascos son los corderos del anuncio del norit, esos de lana cortita y rizada.
muy monos, sí, pero cuando nacen en invierno, son los primeros en coger una neumonía debido a la particularidad de su lana. por contra, tambien son más fibrosos y musculados, su carne es más prieta y pesan más en menos tiempo.
por eso, si vamos a comer cordero, deja que elija yo.
no compres cordero a cuartos: no sabes lo que compras.
pide media canal.
un cordero sacrificado y limpio, pesa la mitad de lo que pesaba vivo. busca entonces media canal de no más de 5.500kg. porque si pasa de seis, la canal completa hacia más de doce, con lo cual en vivo, pasaba de veinticuatro.
un cordero macho de 26 kg, huele a macho cuando te lo comes ¿quieres eso en tu mesa?
elige una hembra.
si tienes suerte, podrás ver las criadillas colgando, y si no, pues te lo miras un poco mejor porque puedes saber alli mismo, en la tienda, si el bicho era macho o hembra.
las hembras acumulan la grasa, para que nos entendamos, en la entrepierna.
los machos en el costillaje.
hablando de costillaje... desconfia del que tenga las puntas cortadas, no es cordero, o por lo menos, no es lechal: pasaba el enrase.
dejemos la carne y volvamos a la lana: el olor a lana se impregna y perdura en el tiempo. hace unos días volvió a mí a través de un saco que había sido amontonado junto a otros sacos y guardado en un bidón.
"el olor a tierra mojada..."
muchas de las veces, en mis poemas, aparecen las imagenes y las sensaciones que me procuraron las ovejas. quien hay leído algunos de mis poemas, quizá ahora mismo piense que no es así.
las imagenes de los montes, del ganado, la cercanía a la muerte, el olor a sangre que da vida ¿viste nacer un cordero? yo he tenido que insuflarles aire en sus pulmones, desde los míos, asistir partos difíciles, escayolar patas rotas, coser heridas, cortar colas, esquilarlas, reseñar orejas, medicarlas, emparejar corderos perdidos, criarlos a biberon, decidir cual se quedá y cual se va...
el ganado se mete en la sangre.
por eso hoy, años después y volviendo la vista atras, con un saco impregnado con el olor del pasado trasladándome en el tiempo, soy incapaz de recordar todas aquellas palabras que tuve que oir, coy completamente incapaz de recordar todas las heridas que me hicieron, he olvidado motivos y escenas, hechos y causas humanas.
las palabras que recuerdo cuando veo, siento y digo "oveja", son las emociones que impusieron ellas en mi vida pasada.
la percepción de la vida cambia, el significado de la misma, también.
el contacto perdura, como su olor, guardado en un bidón, dentro de mi memoria.
y los parajes relatados en mis poemas, son las esquirlas del pasado, que siguen, como sus cencerros, repiqueteando en mi corazón.
grandes talacas para oírlas desde lejos.
pequeñas esquillas que recuerdan gemelares.
...
hay cosas indescriptibles, escribo esto desde el gorgeo de los pájaros y un lejano cuco que no calla.
no aparecen dentro de mis poemas palabras tales como "raza rasa aragonesa" y sin embargo podría dibujar su perfil con los ojos cerrados.
y si cierro los ojos, puedo recordar su olor.
y si lo siento... !que me maldigan ahora mismo desde el infierno, porque voy a dejarme arrastrar por el y tornar alli!
a los verdes campos y a los campos yermos.
a la vida y a la muerte.
lejos, muy lejos, dentro de las tardes silenciosas donde el rebaño pacía tranquilamente en la era, con un ladrar solitario y austero de fondo... el sonido rítmico del rebaño que se desplaza lentamente: un paso, tres bocados, otro paso más.
y allí, cuando todo esto fue presente, pude aprender que las palabras tiene forma -como las nubes- que se trasforman en emociones, que estas son imperecederas y que escribir "verde" o "yermo", puede ser, simplemente, sinónimo de felicidad.
2 comentarios:
¡Ño! ¡Y parecía que Heidi sabía algo!
Lo que has escrito merece un premio. De verdad que espero que algún día te animes a presentar lo que escribes porque llegas con una facilidad y sencillez al corazón que impresiona.
hola curro :D
gracias y... te subo de lista ;)
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