Creo que me da igual que esa imbécil piense que mi reacción es exagerada, o que no se me comprenda.
Que no me comprenda ella, o nadie.
Sí, creo que me da igual. O no. No sé, pero tampoco me importa.
Creo que me gustaría poder sentarme y hablarlo, pero sólo lo creo, que me gustaría, ya no recuerdo lo que es sentarse con un café y un amigo. Y hablar.
Que alguien te escuche, y si es necesario que te abrace. Y si es oportuno, que te hostie.
Quisiera que todo este malestar saliera y se fuera lejos de mí, pero se queda pegado a mi piel.
En silencio.
Y el silencio, o mi voz no escuchada, se apoderan del tiempo. O los gritos y las palabras hueras.
Y reinan la confusión y el frío, y todo cae.
Y vuelven a resonar aquellas palabras en mi mente, mientras yo me repito que no estoy loca. Una y otra vez, una y otra vez, hasta qué, irónicamente, rozo la locura.
Y todo cae.
Creo que me da igual que esa imbécil piense que mi actitud es errónea, posiblemente esté en lo cierto. No doy para más.
Todo
cae.
2 comentarios:
Todo cae.
Todo termina.
Todo muere.
Pero también...
Todo germina.
Todo empieza.
Todo nace.
Creeme cuando te digo que no estoy en el mejor momento de mi vida, pero sigo quedándome con lo segundo, incorregible que es uno.
Mucho ánimo Bastet.
Un besote y feliz año nuevo
disculpa la demora, prisas y esas cosas.
repartamos el ánimo, oscuro, mitad para ti, la otra, para mí, como las cervezas, a pachas.
besos.
muchos.
no sé, los que te de la gana.
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