..

ESTE BLOG ADMITE COMENTARIOS ANÓNIMOS.
ESTE BLOG APRUEBA TODAS LAS OPINIONES SIN REVISIÓN Y SIN CENSURA DE LAS MISMAS, EXCEPTO EN AQUELLAS REALIZADAS EN PERÍODOS POSTERIORES A 14 DÍAS DESPUÉS DE LA PUBLICACIÓN DEL HILO ORIGINAL, Y EXCLUSIVAMENTE POR TEMAS DE SPAM.

JAMÁS SE HA BORRADO UN COMENTARIO.
AGRADECERÍA, POR CORTESÍA SIMPLEMENTE, QUÉ SI DEJAS TU OPINIÓN DEJES TAMBIÉN TU NOMBRE, TU NICK, TU AVATAR O LO QUE SEA QUE QUIERAS LLAMARTE.
TENGO UNA AMPLIA COLECCIÓN DE ANÓNIMOS QUE NO SÉ SI VOLVIERON ALGUNA VEZ... Y... ME JODE.
A TI TAMBIÉN TE JODERÍA.
GRACIAS.
Por cierto, todas las imágenes, exceptuando mi careto que es el que mi madre me dio en su día, han sido sustraídas y robadas del mundo virtual de modo legal, por lo menos eso es lo que afirmaré delante del juez.
Es broma.
Si alguna de ellas tuviera copy raid y casualmente eres el propietario de tal derecho y de la imagen, por ahí abajo está mi correo, me lo dices, te la devuelvo, y tan amigos.

Por otro lado, todos los textos de este blog son míos, si apareciera la pluma de otro, lo haría con su firma. Siempre.
Si te llevas alguno, cita y enlaza, no me importa que compartas, pero que yo no me entere de que te lo has apropiado.
Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

07 febrero 2012

DEDOS


Con los dedos de una mano.
Calidad y cantidad.

Tengo unos cuantos dedos y unos cuantos años, más de lo segundo que de lo primero.
Tengo días en los que comer pan y otros que soy yo quien es comida por los pies.
Tengo memoria y es menos selectiva de lo que a veces desearía.

Tengo dedos.
Los mismos que tres renglones arriba.
Mis dedos siempre suelen ser los mismos, la gente, no.
Hoy podría utilizar mis dedos para contar gente, por aquello de que cuando me llevo una, me descuento, sin embargo la palabra gente abarca demasiado espacio y ni con mis dedos ni con los dedos de los demás, podría contar toda la gente que conozco, aún si quisiera clasificarla en grupos: familia, amigos, enemigos que alguno hay, conocidos, etc, mis dedos y los añadidos, no serían suficientes.

No voy a contar cuantos somos en mi familia, somos muchos, a veces demasiados, a veces faltamos la mitad, somos una familia dispersa.
No voy a contar amigos, prefiero que ellos me cuenten cosas, que me abracen y uno a uno, sumados, me recuerden que me faltan dedos.
No voy a contar enemigos, entre otras cosas porque ya perdí la cuenta y, porque aún no he encontrado ninguno que se merezca el honor de ser etiquetado junto a mi nombre.
Y, evidentemente, no voy a contar conocidos porque no acabaríamos nunca.

Sin embargo me miro los dedos y siento una necesidad imperiosa de hacer algo con ellos, y no precisamente ganchillo.
Hoy voy a utilizar mis dedos, uno concretamente, para señalar.
No para acusar.
No para herir.
No para ofender.
Sino para despedir.

Mi dedo índice se dirige hacia alguien y señala. Mi voz se levanta firme y clama:

Tú no, tú no, tú no...

Y entonces deja de ser necesario contar nada, ni si quiera la historia que me hizo despertar contando cosas.



2 comentarios:

Magras dijo...

Nunca acuses, Ana, no merece la pena. Una vez escuché que, cuando acusas con un dedo, tres apuntan a tí.

Por eso acostumbro desde entonces a tender la mano, con los cinco dedos.

Un beso enorme, ya sabes que te quiero

aspid dijo...

hacia.
tres apuntan HACIA ti.

no acuso ;-) disparo para decidir con quien me quedo y con quien no. es lo que se suele hacer cuando tiendes los cinco dedos y te muerden cuatro, que utilizas el que queda para lo único posible.

yo también.


Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
Chat gratis