conozco algunos de ellos, no todos, existen incluso unos que son tan largos, que hemos tenido que buscar otros nombres para definirlos.
En mi mundo con números existen las horas, los días, las fechas en los almanaques. El dinero, las hipotecas, las pérdidas y las ganancias.
Mi mundo está lleno de números, los utilizo a todas horas, en todo momento, para cualquier cosa.
Yo misma soy un número en un papel que lleva mi foto.
Puedo contar las estrellas, aunque no acabe de hacerlo nunca.
Como yo, como a mi.
He aprendido a vivir entre números y me defiendo entre ellos.
Los números llevan implícitas ciertas palabras que hubo que inventar para justificarlos: Tardanza, remuneración o salario, compra y venta.
Los números han construido, y también han sido utilizados para destruir.
Están ahí, y le hemos sacado todo el rendimiento posible y continuamos buscando la forma de seguir exprimiendo su utilidad.
Vivo en un mundo numeral en estado puro, continua transformándose y evolucionando en torno a ello.
Y aun con todo, las aves pasan sobre mi tejado dirección África, sin preguntarse unas a otras que hora es, ni cuanto cuesta el viaje.
YO VIVO EN UN MUNDO SIN NÚMEROS
Yo vivo en un mundo sin números,
no conozco ninguno de ellos, no existen, incluso hemos tenido que buscar otras maneras para defendernos.
En mi mundo sin números existen los días, las noches, las estaciones; las lunas mueven el mundo.
Las pérdidas y las ganancias, se resumen en Vivir o Morir.
Las hojas de los árboles, caen después de que este haya dado sus frutos, estaban allí para protegerlos.
Es la memoria de mi genética. Simplismo.
Para comunicarme utilizo mis manos, mis gestos, mi voz.
Mi mundo está vacío de números, utilizo el resto de formas que me rodean, para cualquier cosa.
A veces me faltan medios, pero tengo entendido que en el mundo de los números, también suele pasar.
Nunca he sido un número, porque los códigos numéricos se repiten, y mis huellas dactilares son únicas.
Porque las heridas de mi carne me sangran y me duelen a mi.
No puedo contar las estrellas, porque yo solo veo un pequeño espacio de un cielo infinito.
Cada primavera que pasa, tu cabeza esta mas lejos del suelo, tu pelo es mas largo, tu piel se seca y se arruga, te encoges...
Como yo, como a mi.
He aprendido a vivir sin números y me defiendo sin ellos.
Mantengo un equilibrio con el orden de la naturaleza, y lo acepto.
Lo acepto todas las ocasiones que sean necesarias, porque en todo caso, yo llevo las de perder.
La naturaleza lleva implícita en su forma, ciertas condiciones que hubo que aprender para comprenderla y compartirla.
Las tormentas, las heladas, el desbordamiento de los ríos, el ciclo de vida que garantiza la subsistencia de las especies.
La naturaleza sirve para examinar. Sólo sobrevivirán los mas fuertes.
Para evaluar. Y me acercaré al pozo donde haya agua, cuando en el mío se extinga.
La naturaleza ha construido y también ha decidido asolar y destruir.
Esta ahí, y jamás le hemos sacado todo el rendimiento posible, continuamos buscando la forma de seguir entendiendo su utilidad, porque nos desborda su magnificencia.
Vivo en un mundo natural en estado puro, y continuo transformándome y evolucionando en torno a ello, porque aprendo con ella, y me adapto a sus caprichos.
Y otra vez, las aves pasan sobre mi cabeza en dirección sur, sin preguntarse absolutamente Nada...
10 comentarios:
No se me había ocurrido antes, pero después de leer lo que has escrito pienso que se podría definir al hombre como un "animal numeral" ya que, para mí, el ser de tu primer ejemplo es un humano mientras que el segundo no.
y que es? un burro? :P
existen los mundos sin numeros.
¿tu no lo has visto aun?
jo.
Y... ¿qué hay de la distorsión?
un pequeño error querida ilion.
está programado para que salga uno de estos dias, que mañana me voy de vacaciones y paso de dejar mi blog desnudo ;)
asi, que si quieres leer distorsion, habra que esperar :D
pues yo he tenido que aprender a vivir CON números querida Ana y no veas si es jodido, al menos para alguien para mí que siempre se me dieron tan mal...
infinitésima vez que llamo a mi abogado a ver si consigue hacerme una mujer libre del todo
infinitésima vez que no me cuadró caja en el trabajo
infinitésima vez que el gato hizo de las suyas
infinitésima vez que no me llegan las horas del día etc....y paro porque te arruino el blog
*donde dice "infinitésima" colocar el nº más elevado que a uno se le ocurra.
Por cierto, yo también me quedé despistá por lo de "distorsión" habrá que esperar a tu vuelta mientras tanto....
que la paséis genial toda la family y ya nos cuentas a tu regreso!
Pasadlo estupenda, estupendamente
Besos
me vicio, lo vamos a pasar de vicio la familia trap al completo :D
y tu mary, tranqui, dale dos patadas a los numeros ;)
a tu abogado en el trasero, tambien.
Pues yo soy otra de esas que los números los usa cuando hacen falta, pero en general vivo en el limbo del presente. Los números de las fechas no implican demasiado, a menos que sea una fecha límite, o uno de esos eventos oficiales, de ahí en fuera los días son lunes o martes o dormingo; el día que hay que ir a terapia, visitar a fulanita o el de ver al ginecólogo. ¿La hora? Pues sólo cuando hay compromiso, que a mí no me hace falta saber la hora para ver un programa, saber cuando comer o estar a tiempo en el trabajo.
Es un alivio no vivir pegada al reloj y al calendario. Me gusta vivir con los ritmos de la naturaleza, más pausada, más relajada. Y eso no significa dejar de ser humana. ;)
Además, yo siento que me persiguen, como en la mejor de las películas de terror psicológico, agazapados, esos malditos números de la hipoteca... Desde que me acuerdo, siempre están ahí, acechándo, esperando que me descuide, para multiplicarse y multiplicarse... sin fin.
Madre mia te invidio que puedas vivir sin números,pero me ha gustado muy profundo de verdad.
Por loque leo te vas de vacaciones quesuerte,a ver cuando nos llega....
que os lo paseis muy bien
Isa
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