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Es broma.
Si alguna de ellas tuviera copy raid y casualmente eres el propietario de tal derecho y de la imagen, por ahí abajo está mi correo, me lo dices, te la devuelvo, y tan amigos.

Por otro lado, todos los textos de este blog son míos, si apareciera la pluma de otro, lo haría con su firma. Siempre.
Si te llevas alguno, cita y enlaza, no me importa que compartas, pero que yo no me entere de que te lo has apropiado.
Internet es un pañuelo.


LIVERTAD. Jamás me obligareis a escribirlo con B

13 noviembre 2008

el fin de las cosas no está pautado.

El fin de las cosas no está pautado.

Mi perro le ladra al aire. Hoy es un día más, el cielo sigue siendo azul y las nubes se pasean entrecortadas dibujando algodones.

La consciencia temporal desaparece cuando no tienes reflejos racionales ni almanaques que señalen las caídas.

Los planteamientos sobre la muerte no existen, el dolor es mayoritariamente físico.

Las situaciones se suceden por inercia.

Recordar el pasado es meramente instintivo.

 

Déjame comer chocolate con almendras. Quiero volver a subir las escaleras de madera, me detendré en el peldaño más ancho, el cuadrado, ese que hace la curva. ¿qué es esto? Ayúdame a subir. ¡una tortuga! ¿puedo quedármela? La pondré en una palangana con agua, le daremos lechuga y le buscaremos unas piedras. ¡qué bonita! Freiremos rosquillas en navidad, con azúcar, mucha azúcar y también le pondremos azúcar a las palomitas. Me gustan más si llevan sal. Siempre igual.

Al final no fuiste a Ordesa, no volviste a Suiza.

Yo quería ser mayor, me quemaba la prisa en los dedos. Irme.

Entonces el cielo también era azul. Todo pasa, apenas cambia el escenario.
Mi madre me lavaba las manos antes de cenar, me ponía tiritas en las heridas, me sentaba en el bordillo de la bañera, me frotaba con alcohol después de la ducha y me secaba el cuerpo con el aire calentito del secador, reíamos.

La abuela me rascaba la espalda la mañana de los sábados y me cantaba canciones sobre ovejas en cabañas, el mundo era un lugar bonito, dulce y acogedor.

¿dulce? Caramelos, montones de caramelos sobre la mesa. No quiero los de limón, guárdame todos los de fresa.

No, no quiero que me cortéis el pelo, no quiero parecer un chico, y deja de ponerme mercromina en las rodillas. Me he caído jugando a futbol ¿Qué pasa? Es mi cicatriz y me acompañara toda la vida, me da igual que esté en la frente.

Juanra, déjame el monopatín, va, venga, porfa, nos tiramos los dos, yo delante, cuidado con la curva. Deja de reírte porque me haya roto el pantalón.

No, no sé cuantas son ocho por nueve si no hago trampas, y sí, aún  sumo con los dedos y anoto las que me llevo con lápiz, igual que hace treinta años.

 

En cierto modo nunca me he ido y sin embargo no puedo volver.

 

El cielo continua siendo azul. Nada se detiene. Rueda y rueda.

El fin de las cosas no está pautado. 

Se inventa, se imagina, se crea, se vive.

El fin de las cosas habita en la memoria.

O por lo menos eso espero.

 

 

 

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Esto no tiene título es simplemente lo que hay. Estoy remontando el vuelo y existen días mejores y otros más hijos de puta, pero no me he rendido y no voy a hacerlo tampoco, principalmente por que no me da la gana y por que aún me queda sangre.
A partir de aquí y por este motivo se puede leer cualquier cosa, algo que también me la suda bastante, es mi blog y es el espejo, es tan simple como reflejarse o no, si te quedas o te vas no es culpa mía, ni tuya, quizá nos parezcamos más de culo que de frente, en todo caso la puerta no tiene llave, no cierres al entrar y no des un portazo al marcharte.

licencia

Todo lo que hay en mi casa es propiedad mía, los textos sin firmar son de mi puño y letra, las obras firmadas pertenecen a sus autores y así constará en todo caso, todas las poesías de “el silencio del espejo” me pertenecen a mí.
Recuerdalo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
ah! la licencia real, anda por ahí abajo, es que la informática y yo no nos ponemos de acuerdo prácticamente en nada y esta vez, se ha empecinado en no querer subirme la imagen hasta aqui.
Ella misma, no pienso olvidarme de esto...
En fin...
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